Cinco años reimaginando la educación

Con el curso recién acabado en Europa y en parte de Latinoamérica, una mitad de 2022 ya consumida y con la sensación de estar en medio de una profunda percepción de cambio de época y de transformación disruptiva e incierta del mundo, deseo hacer una pausa para mirar los últimos cinco años de mi vida, los cinco años que llevo reimaginando la educación.

Efectivamente, hace justo tres meses, que REIMAGINE EDUCATION ha celebrado más de cinco años de vida. Fue a finales de febrero de 2017, justo cuando acababa de entregar los últimos textos a la editorial para el libro Reimaginando la educación, que me decidí a crear un equipo que pudiera ayudar a las instituciones educativas a enfocar el cambio educativo y a caminar por la transformación integral de la organización.

Llevaba algunas semanas aislado para poder acabar el libro, sin atender algunas llamadas y correos que me pedían que fuera a conocer su institución para colaborar y dar un impulso a su transformación. Quería poner al servicio del cambio el conocimiento y la experiencia acumulados durante más de cuarenta años de liderazgo educativo: mi experiencia en el proceso de fundación y más tarde de dirección en la Universitat Oberta de Catalunya y en el proyecto HORIZONTE 2020 de Jesuïtes Educació (entre otras experiencias). Siempre al servicio del cambio. Y así fue como empecé a contactar equipos y a viajar… y hasta hoy… cuando ya han pasado más de cinco años.

 


¿Y qué ha pasado en estos cinco años reimaginando la educación?

La experiencia ha sido increíblemente enriquecedora, tanto en el ámbito personal como en el profesional, ya que estos cinco años me han permitido entrar en contacto directo con cerca de 90 instituciones educativas de 17 países distintos de Europa, América y África. Es un verdadero regalo que la vida me ha hecho; son centenares los directivos y directivas que he podido acompañar y de los que he podido aprender, y a los que ya considero amigos. Y cuento por miles las profesoras y profesores y alumnos y alumnas de muy diferentes culturas e idiomas con los que he interactuado para formular sueños, perfiles de egreso, nuevos modelos educativos y experiencias avanzadas de cambio que han transformado (o lo harán pronto) procesos de enseñar y aprender, y, sobre todo, personas. Personas que hoy miran su vida y la educación de una forma distinta… personas que se han abierto a la transformación de sus vidas y de sus instituciones. Gracias por tanta humanidad y sueño en una educación transformada. Gracias a vosotros yo también me he podido transformar.

Escuelas de todos los niveles, ambientes, entornos y medidas. Redes de escuelas nacionales y transnacionales. Ministerios de educación que desean avanzar hacia el cambio, aunque es arduo y complejo impulsarlo solamente desde la administración educativa. Universidades e instituciones de educación superior, individualmente o en red, con toda su gran complejidad. Organizaciones de tiempo libre, conservatorios de música, escuelas de jueces y muchos otros proyectos distintos que han deseado innovar y transformar su mirada y su servicio educativo. Todo un mundo de experiencias. Gracias por tanta confianza y audacia.

Mejor vivir y compartirlo todo en equipo

Experiencia, aprendizaje y equipo son quizás las tres palabras que mejor resumen, si es posible tanta síntesis, lo vivido. Cuando fundé Reimagine Education, enseguida encontré personas dispuestas a formar un equipo uniendo vocación y profesión al servicio de la educación. Hoy, después de cinco años, hemos crecido no solo en número sino también humanamente. Gracias por construir proyectos vitales sólidos y compartidos para transformar. Y gracias por ayudarme a escribir y a difundir en mi blog las reflexiones en forma de post.

Cuando empezamos en el 2017 disponíamos de una metodología del proceso de transformación de una institución educativa (denominada RIEDUSIS), creada en base a las experiencias lideradas anteriormente. Hoy, gracias a todo el conjunto de experiencias y aprendizajes realizados en tan distintas instituciones y países, esta metodología se ha ampliado, enriquecido y profundizado, y se ha convertido en una herramienta flexible que se adapta a todas las situaciones y necesidades para ayudar, desde el lugar donde cada institución esté, a avanzar hacia la innovación y el cambio.

No puedo más que acabar esta breve reflexión agradeciendo tantas y tantas vivencias, a tantas educadoras y educadores de tan distintos lugares del mundo. Todo lo aprendido me anima a seguir investigando, profundizando y avanzando, como persona y como profesional, al servicio de todas las instituciones educativas que deseen innovar y transformarse para crear un futuro distinto. Cuando quieras, voy…

Es la hora de la audacia, del liderazgo, de utilizar las dos manos para anticipar y asegurar el futuro de la educación que deseamos.