Niebla, incertidumbre y liderazgo

 

Estamos en pleno momento de cambio de la humanidad en muchos ámbitos y aspectos, y ya no parece aventurado pensar que, dentro de esta década, vamos a vivir (estamos viviendo) cambios profundos. Y, por supuesto, también en la educación.

Sin embargo, hay mucha niebla que nos impide ver con claridad cómo avanzar. Es lo que pasa en circunstancias de mucha incertidumbre combinada con cambios acelerados. Y, además, en nuestro ámbito educativo, arrastrando fatiga por el sobreesfuerzo de la crisis de la COVID-19 y con la sensación interna de que, durante muchos años, hemos estado impulsando innovación, formación y cambios metodológicos (incluyendo los tecnológicos) y ahora no sabemos por dónde seguir avanzando.

Una de las anécdotas más usuales de los cursos de liderazgo es la del pelotón que se perdió en los Alpes durante una fuerte ventisca en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. El sargento al mando tomó el mapa que tenía uno de sus soldados en el bolsillo y, frente a la incertidumbre y el desconcierto, comenzó a guiarles durante horas, que se hicieron eternas, por el temporal, hasta que alcanzaron las luces de un pueblo. Una vez a salvo, y tras asistirles y alimentarles, sus habitantes les preguntaron cómo habían escapado a la tormenta y encontrado su recóndito lugar. Al enseñarles el mapa del que se habían servido, repararon en que reproducía una región de los Pirineos… ¡no de los Alpes!

Personalmente, he vivido situaciones parecidas. Soy muy aficionado a la montaña y el alpinismo y, en muchas ocasiones, me he perdido en medio de la niebla y he tenido que hacer noche en la intemperie sin saber con precisión dónde estábamos. Con mis compañeros y compañeras, con mis hijos e hijas… Y, a menudo, el mapa, o no servía o ya estábamos fuera… Pero había que avanzar.

En tiempos de incertidumbre los líderes desempeñan un papel crucial al proporcionar guía y comunicación. No es necesario tener un conocimiento detallado del terreno para crear un mapa. Incluso un mapa antiguo o de otra parte puede ser útil en momentos de desconocimiento. En situaciones de incertidumbre, es más importante que nunca formular una narrativa convincente y transmitir confianza a los implicados.

Y este es el papel del líder. El líder como creador de sentido mediante la inspiración y el relato que anima a definir hacia dónde queremos avanzar y moviliza a partir de deseos y sueños de vida y futuro de su comunidad. No el directivo o directiva que solamente vive en el día a día y dedica el ciento cincuenta por ciento de su tiempo y energía a la gestión, sin anticipar ni avanzar, replegándose en su cuartel, sin salir afuera porque hay niebla.

Para avanzar hacia el futuro, no podemos esperar a tener un conocimiento claro y experto para crear un mapa con hitos exactos como cuando el entorno era fijo o con pocos cambios. Los líderes no pueden tener todas las respuestas ni pretender ser expertos en todos los aspectos. Sin embargo, deben desarrollar un mapa para este mundo cambiante y comunicarlo y aplicarlo como una guía inicial.

Pero, para ser líder hoy, en estas nuevas circunstancias, debemos mirarnos hacia dentro, como personas. Tomar consciencia de nuestro ser y nuestra historia, de nuestro entorno y nuestro sistema, con otra perspectiva. Dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos para poner en crisis los antiguos marcos mentales que ya no sirven y adoptar nuevas miradas a un futuro que podemos y debemos anticipar y que está lleno de oportunidades. Sobre todo, en educación.

Y necesitamos espacios, tiempos y conceptos distintos y nuevos que enlacen con nosotros y nuestra realidad y nos ayuden a llevar a cabo este cambio. Debemos dar un salto en el camino personal y profesional para encontrar nuevos enfoques. Debemos avanzar hacia un liderazgo consciente.

Esto es lo que ha preparado, junto con Joan Corbalán, el equipo de reimagine.education. Un programa que te permita ir más allá de desarrollar acciones de innovación y te ayude a repensarte como un líder comunitario capaz de generar bienestar, desarrollo y transformación en tu institución educativa; junto con tu equipo, integrando al alumnado, las familias, los docentes y el entorno en una verdadera comunidad de aprendizaje que, a pesar de la niebla, avance.

Lo hemos llamado Liderazgo experiencial consciente para transformar la educación. Tiene un formato fundamentalmente en línea, y aúna la perspectiva sistémica a tu liderazgo y a tu institución, con la mirada y la metodología transformacional para avanzar hacia el futuro que va emergiendo. Empieza el próximo septiembre, y conlleva una dedicación estimada de 100 horas distribuidas en seis meses.

Hay que atreverse. Es importante hacer cosas distintas para salir de la niebla, superar la situación de incertidumbre y liderar para avanzar. ¿Te decides?

Te ofrezco una hora para compartir conmigo tus objetivos y preocupaciones para ver cómo avanzar.