MÁS ALLÁ DE LOS ÚLTIMOS RESULTADOS PISA: audacia educativa para transformar la educación

En el diverso y cambiante panorama de la educación, nos encontramos en un punto de inflexión crucial. La evolución de los enfoques pedagógicos nos ha llevado de un modelo educativo tradicional, centrado en la transmisión de contenidos (un modelo conductista), a una visión más integral y humanista del aprendizaje (un modelo más constructivista y socioconstructivista). Este viraje hacia metodologías activas representa no solo una transformación en la forma de enseñar, sino también un desafío para los sistemas de evaluación establecidos y, sobre todo, para el rol del profesorado.

Con la transición hacia un enfoque más centrado en el alumno, se ha delegado en el profesorado la responsabilidad de diseñar experiencias de aprendizaje que no solo sean significativas y relevantes, sino que también aseguren la adquisición de competencias clave. Este cambio, aunque positivo en su intención, plantea un desafío considerable. Antes los contenidos estaban claramente delineados por libros de texto y recursos curriculares estructurados. Ahora se espera que el profesorado, en medio de sus numerosas responsabilidades, desarrolle propuestas didácticas innovadoras, con una amplia diversidad de aproximaciones metodológicas que cumplan con los objetivos curriculares y respondan a las necesidades individuales de su alumnado.

Además, si ponemos nuestro foco en el alumno o alumna, deberemos clarificar y compartir, en el seno de la comunidad educativa, cuál es el perfil de salida del alumnado o, lo que es lo mismo, cuáles son las competencias transversales o soft skills.

Esta llamada a la innovación pedagógica, si bien es estimulante, también puede resultar abrumadora. La pregunta entonces es: ¿Cómo podemos apoyar al profesorado en esta tarea monumental? La clave está en acompañar primero al equipo directivo de una institución educativa en un cambio de mirada al alumnado y a la educación, y después, cuando los objetivos, medios y planes ya se hayan clarificado, acompañar al profesorado en el cambio de paradigma. Para este cambio habrá que proporcionar tiempo, formación y recursos adecuados, así como fomentar una cultura de colaboración e innovación permanente.

En este contexto, deseamos compartir algunas reflexiones a raíz de los últimos resultados obtenidos en las pruebas PISA de la OCDE y reflexionar sobre su vinculación o no, con los modelos educativos que hemos ido evolucionando a lo largo de la última década.

¿Es posible que la dificultad del viraje y del diseño de propuestas didácticas mediante metodologías activas haya influenciado en parte en los resultados de PISA? ¿Es realmente el único motivo o pueden existir razones más profundas que requieran nuestra atención?

Las pruebas estandarizadas como PISA, aunque cada vez incorporan más la mirada competencial, también han sido durante mucho tiempo la vara con la que se mide el éxito de los sistemas educativos a escala mundial. Sin embargo, estas evaluaciones, con su énfasis en competencias lectoras, matemáticas y científicas, ¿logran capturar la riqueza y profundidad del aprendizaje que promueven las metodologías activas? Estas estrategias pedagógicas buscan desarrollar no solo conocimientos académicos, sino también habilidades de pensamiento y relación que son críticas para la vida: pensamiento crítico, resolución de problemas, colaboración y empatía, creatividad… entre otras.

La pregunta que surge es si no necesitaríamos repensar nuestras herramientas de evaluación colectiva de resultados estandarizados, para reflejar más adecuadamente estos aspectos del aprendizaje. Es vital considerar si las pruebas estandarizadas pueden realmente medir la efectividad de enfoques educativos que valoran la creatividad, la innovación y el pensamiento crítico, o si es el momento de explorar nuevos métodos de evaluación, quizás complementarios inicialmente, que estén en consonancia con los principios del aprendizaje constructivista y que nos acerquen más y mejor a conocer hasta qué punto estamos avanzando en los ítems que proponemos.

Frente a estos desafíos, es esencial que la comunidad educativa se una para reflexionar sobre el camino a seguir. Debemos preguntarnos cómo podemos hacer que nuestro sistema educativo no solo sea inclusivo y equitativo, sino también capaz de preparar a los estudiantes para la vida de hoy y para los retos de un futuro que cambia a gran velocidad. Esto requiere un esfuerzo colaborativo para repensar las prácticas de evaluación estandarizada, empoderar al profesorado en su rol de diseñador de experiencias de aprendizaje en equipo y, sobre todo, centrar nuestros esfuerzos en el desarrollo integral de cada estudiante con una mirada puesta en su perfil de salida.

Este es un momento de oportunidad, un momento para ser audaces en nuestra visión de lo que la educación puede y debe ser. Invitamos a cada miembro de la comunidad educativa a ser parte de esta transformación, a compartir ideas, desafíos y éxitos, y a trabajar juntos hacia una educación que trascienda las aulas y deje una huella duradera en la vida de nuestros estudiantes.

La educación del futuro no es solo una posibilidad; es una promesa que hacemos a las próximas generaciones. Comprometámonos a hacer de esa promesa una realidad abordando los desafíos con valentía, creatividad y una inquebrantable fe en el poder transformador de la educación. ¿Te ayudamos a avanzar?

Pantallas: ¿Beneficio o Perjuicio?

 

En un día cualquiera, después de la escuela, Julia, de 12 años, se dirige directamente a su habitación. Como muchas niñas y niños de su edad, su primer instinto es encender su ordenador. Mientras sus dedos se desplazan rápidamente por el teclado, sus ojos están fijados en el último juego de moda.

Pero, ¿Que pasa realmente en su cerebro en estos momentos de brillante interacción digital?

Esta escena, tan familiar en hogares en todo el mundo, nos plantea una cuestión fundamental: ¿cómo están afectando las pantallas la salud mental, el aprendizaje y el desarrollo social de nuestros hijos?

Exploramos: Oportunidades y peligros:

La tecnología y el uso de pantallas se ha convertido en parte inherente de la vida de nuestros escolares y jóvenes. Tabletas, móviles, ordenadores, televisión, videojuegos… las pantallas forman parte de su día a día, tanto para el aprendizaje como para el entretenimiento.

De hecho, muy a menudo nuestros hijos están más conectados con una pantalla que con el entorno que los rodea.

Éste es el panorama actual en muchas casas, donde las pantallas han acontecido una extensión de nuestros chicos y chicas, pero a qué precio.

Es importante que familias y docentes acompañemos a nuestros niños y jóvenes para que hagan un uso responsable de estas potentes herramientas. Tenemos que aprovechar las ventajas que aportan, pero también gestionar los riesgos potenciales para su salud física y emocional.

Hay que aprovechar el bono de las pantallas:

  • Las pantallas abren todo un universo de aprendizaje, creatividad y conexión para los chicos y chicas. 1.Con un clic, acceden a todo tipo de recursos educativos para crecer y prepararse para el futuro. Desarrollan habilidades tecnológicas imprescindibles en la era digital.
  • Disfrutan expresando su creatividad a través de aplicaciones de edición y diseño. Las pantallas son su paleta de colores.
  • Se conectan con amigos y familia, haciendo que el mundo se sienta más pequeño y próximo. Las distancias ya no son un obstáculo.
  • Viajan por culturas e idiomas, expandiendo sus mentes y perspectivas. Las pantallas son ventanas en el mundo.
  • Aprenden a pensar críticamente, discerniendo entre fuentes fiables y dudosas. Las pantallas agilizan su mente.
  • Y está claro, también ríen, se emocionan y se relajan con películas, series y videojuegos. ¡Necesitan este equilibrio!

Un uso excesivo puede comportar riesgos significativos:

  • Atención, ¡Peligro real! La adicción a las pantallas es una amenaza silenciosa que nos concierne a todos. Las estadísticas son claras: los escolares pasan cada vez más horas ante las pantallas, y a edades más tempranas.
  • La salud física está en juego. Nuestros hijos se enfrentan a obesidad, problemas musculares y oculares, insomnio… Las pantallas los están robando energía y bienestar.
  • Adiós a la concentración! La distracción digital permanente dificulta que los escolares se focalicen al aprender y pensar profundamente. Las pantallas capturan su atención.
  • Aumentan el aislamiento y la ansiedad. Pierden habilidades para relacionarse frente a frente. Aparecen la adicción, el “ciberbullying”. Las pantallas amenazan su salud emocional.
  • Cerebro en desarrollo en riesgo! Los cambios que provocan en su cerebro inmaduro pueden tener consecuencias graves a largo plazo.
  • Señales de alarma: uso descontrolado, ansiedad, síndrome de abstinencia… La adicción a las pantallas se manifiesta claramente.
  • Protegemos el presente y futuro de nuestros chicos y chicas! Supervisamos y educamos en un uso responsable de la tecnología. Su bienestar depende de esto.

La escuela, protagonista de primer nivel

  • La educación en la era digital es una tarea crucial. ¡Asumámosla con pasión para garantizar el bienestar de chicos y chicas!
  • ¡Educadores, asumimos la misión! La escuela tiene la tarea vital de guiar hacia un uso saludable de la tecnología.
  • Actualizamos los contenidos educativos para desarrollar la mente crítica ante las pantallas. Formamos para navegar de forma segura y ética por el mundo digital.
  • Dedicamos tiempo a talleres vivenciales donde aprendan a detectar riesgos en línea y como gestionarlos con responsabilidad.
  • Coordinamos con las familias pautas coherentes de uso de pantallas entre casa y escuela. ¡Unimos fuerzas en este reto!
  • Promovemos zonas y momentos libres de tecnología, donde la socialización y cooperación directas sean protagonista.
  • Evitamos abusar de las pantallas en clase. Sea qué sea la asignatura, seamos referentes de buen uso pedagógico de las TIC.
  • Abrimos debates con los alumnos donde reflexionen de forma crítica sobre ventajas y riesgos del mundo digital.
  • Ofrecemos orientación personalizada a aquellos estudiantes que muestren signos de adicción a las pantallas.

“Dieta digital” equilibrada y saludable

Del mismo modo que una dieta alimentaria tiene que ser variada y equilibrada para mantener la salud física, los escolares necesitan aprender a equilibrar su «dieta digital» para preservar el bienestar.

Con acompañamiento, y siente referentes positivos, podemos orientarlos para que integren un uso responsable de la tecnología que enriquezca sus vidas.

  • Esto implica moderar el tiempo ante las pantallas y alternarlo con otras actividades, para evitar caer en un uso compulsivo o aditivo.
  • Es importante que aprendan a reconocer cuando ya han pasado demasiado rato enganchados a la pantalla y empiecen a experimentar efectos negativos, como insomnio, ansiedad, dolor muscular, aislamiento social, etc. Hace falta que tomen conciencia de estas señales de alerta.
  • También se tiene que conseguir que integren tiempo de desconexión digital en su rutina diaria, por ejemplo durante las comidas, antes de ir a la cama, mientras hacen los deberes o cuando quedan con amigos. Priorizar las interacciones sociales reales.
  • Los chicos y chicas pueden beneficiarse mucho al establecer objetivos semanales de tiempos de uso de pantallas, e ir registrando y monitorizando sus pautas. Esto los permitirá autogestionarse y autocorregirse.
  • Finalmente, habrá que fomentar que desarrollen otras aficiones e intereses más allá de las pantallas, encontrar actividades alternativas alentadoras de ocio saludable. Que mantengan su «dieta digital» sana y equilibrada.
  • Con intervención y coordinación de toda la comunidad educativa, la escuela puede enseñar pautas digitales saludables.

Pautas esenciales para todo el mundo:

  • Establecer límites claros y normas de uso de pantallas.
  • Supervisar y acompañar activamente los chicos y chicas en el uso digital.
  • Fomentar actividades “off line” que enriquezcan.
  • Predicar con el ejemplo.
  • Educar sobre el uso responsable de la tecnología.

Es evidente que las pantallas son mucho más que meras ventanas hacia mundos virtuales; son portales que reflejan y modelan las realidades de nuestros niños y adolescentes.

Hemos navegado por las aguas turbulentas de los efectos negativos, pero también hemos descubierto islas de oportunidades donde la tecnología puede enriquecer el aprendizaje y el crecimiento personal.

El verdadero reto, por lo tanto, no es rechazar la tecnología, sino aprender a integrarla con sabiduría y equilibrio en las vidas de nuestros chicos y chicas.

Como padres y educadores, de esta nueva generación, nuestra tarea es no solo protegerlos de los peligros digitales, sino también guiarlos hacia un futuro donde utilicen estas herramientas para explorar, aprender, y crear.

En definitiva, las pantallas pueden ser tanto un perjuicio como un beneficio en la historia del desarrollo de nuestros hijos.

Depende de nosotros, los adultos en sus vidas, escribir los próximos capítulos de este relato. Porque al final, no son las pantallas las que forman el futuro de nuestros hijos, sino la manera en que los enseñamos a utilizarlas.

Desde Reimagine Education estamos a vuestra disposición para continuar trabajando plegados en la mejor educación de nuestros alumnos e hijos.

 

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1. Efectos de las pantallas según la edad:

• Niños (0-2 años): Este grupo no tendría que usar pantallas, puesto que pueden interferir con su desarrollo cognitivo, sensorial y motriz. Los pediatras recomiendan evitar la exposición a las pantallas hasta los 2 años.

• Niños y niñas (3-5 años): Este grupo tendría que limitar el uso de pantallas a menos de una hora en el día, y siempre con la supervisión y el acompañamiento de un adulto. Los contenidos tienen que ser adecuados en su edad, educativos y de calidad. El uso de pantallas puede afectar su sueño, su lenguaje y sus habilidades sociales.

• Chicos y Chicas (6-12 años): Este grupo tendría que limitar el uso de pantallas a un máximo de dos horas en el día, y evitarlas una o dos horas antes de ir a dormir. Los contenidos tienen que ser apropiados para su edad, y se tiene que fomentar el uso creativo y crítico de las pantallas. El uso de pantallas puede provocar problemas de visión, de concentración, de ansiedad y de obesidad.

• Adolescentes/Jóvenes (13-18 años): Este grupo tendría que hacer un uso responsable y moderado de las pantallas, y respetar los horarios y las normas establecidas por la familia. Los contenidos tienen que ser seleccionados con criterio, y se tiene que tener en cuenta los riesgos de las redes sociales, como el ciberacoso, la extorsión o la adicción.

Descubre el potencial de la IA en la transformación educativa de tu institución

Cuando ya hace más de un año de la salida de la IA generativa, te ofrecemos un recorrido, reflexivo y estratégico, para los directivos de tu institución educativa, por el panorama actual de la IA, anticipando su potencial para impulsar una transformación profunda de la educación.

En la confluencia de la pedagogía y la innovación tecnológica y organizativa, la inteligencia artificial se está posicionando como un elemento transformador de la educación. Para aproximarnos a esta nueva realidad desde una mirada estratégica, proponemos organizar una jornada de trabajo y reflexión presencial con los directivos y responsables de tu institución más directamente implicados. Esta jornada se concibe como un punto de inflexión para, en equipo, tomar conciencia, comprender e identificar dónde concentrar los esfuerzos para maximizar las posibilidades de la IA y su impacto en el conjunto de la institución.

Organizado y dinamizado por el equipo de reimagine.education, las 8 horas compartidas proporcionan una comprensión detallada de cómo la IA está remodelando la forma de trabajar y colaborar, así como las prácticas educativas actuales y cómo puede convertirse en el motor de una educación innovadora y transformadora en el seno de una organización que avanza y aprende.

La jornada combina y entremezcla enfoques narrativos, analíticos e inspiradores, con algunas prácticas específicas, debate y reflexión, para vivir una experiencia integrada que, en poco tiempo, permite entender e integrar en la vida personal y profesional los elementos clave de la IA desde una mirada educativa y transformadora.

Al final de esta jornada, los asistentes habrán elaborado un mapa estratégico del impacto de la IA en sus proyectos educativos, obteniendo una visión clara de su papel en el apoyo a la estrategia de cambio, al proceso de enseñar y aprender y al liderazgo personal e institucional.

A partir del mapa estratégico final, después de la jornada de trabajo, se puede establecer un plan que profundice y avance en los diferentes ámbitos que se prioricen

Estamos convencidos que la experiencia de esta jornada proporcionará una clara comprensión de cómo la Inteligencia Artificial está transformando las prácticas educativas, los procesos y la estrategia de nuestra institución y cómo puede catalizar una educación innovadora y transformadora integrada.

Descubre el potencial transformador de la Inteligencia Artificial en la educación y prepárate para liderar el cambio en tu institución educativa. 

¡El futuro de la educación está aquí, y la IA es clave para desbloquear nuevas posibilidades educativas!

Contáctanos y hablamos.

La Inteligencia Artificial y su Potencial en el Aula

¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar sobre el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación y cómo podría transformar nuestra profesión y, más aún, la experiencia de aprendizaje de nuestro alumnado? La IA ya está dejando su huella en múltiples sectores, y la educación no es la excepción. Nos encontramos en un punto de inflexión donde, como educadores, debemos comprender y adaptarnos a estas herramientas o tecnologías emergentes.

 

¿Qué nos trae la Inteligencia Artificial a la Educación?

 

La IA no es simplemente una herramienta tecnológica más; es una revolución en la forma de enseñar y aprender. ¿Cómo? Entre otras, a través de la personalización del aprendizaje, la evaluación automatizada, la tutoría inteligente y la detección temprana de problemas de aprendizaje. Pero ¿qué significa esto realmente para nosotros, los educadores?

 

Personalización del Aprendizaje: ¿Cuántas veces hemos querido adaptar la enseñanza a las necesidades específicas del alumnado? La IA facilita esto al máximo.
Crea caminos de aprendizaje basados en el progreso, habilidades e intereses, lo que resulta en un alumnado más comprometido y motivado.

 

Evaluación Automatizada: ¿Cuánto tiempo dedicamos a evaluar y a la corrección de actividades de evaluación? Ahora, imaginemos un sistema que pueda no solo evaluar automáticamente, sino también detectar plagio y proporcionar retroalimentación personalizada. Esto no solo nos permite ahorrar tiempo, sino que también mejora la objetividad.

 

Tutoría Inteligente: ¿No sería increíble tener un asistente que pueda ofrecer apoyo personalizado al alumnado dentro y fuera del aula? Los chatbots y tutores virtuales basados en IA pueden hacerlo, facilitando el aprendizaje autodirigido.

Detección Temprana de Problemas de Aprendizaje: ¿Cuántas veces hemos detectado tarde que un alumno o una alumna tiene dificultades? La IA nos permite identificar estos desafíos en tiempo real. Evalúa patrones y rendimientos para señalar dónde podría haber lagunas en el aprendizaje.


La Transformación de la labor educadora

 

Con la IA, podemos centrarnos más en guiar el aprendizaje en lugar de simplemente transmitir contenidos. ¿Por qué? Porque la IA asume tareas automatizables y nos permite enfocarnos en facilitar el aprendizaje significativo, activo y en desarrollar habilidades de alto nivel en nuestro alumnado.

 

La retroalimentación inmediata, la evaluación continua y el apoyo personalizado transforman la dinámica del aula. Pero ¿hemos considerado las implicaciones éticas de integrar la IA? Debemos tener cuidado con cuestiones como la privacidad, los sesgos y la equidad.

 

Los Desafíos Éticos de la IA en el Aula

 

Es crucial que, como educadores, seamos conscientes de las preocupaciones éticas relacionadas con la IA. ¿Estamos garantizando la privacidad de nuestros estudiantes?
¿Cómo nos aseguramos de que los algoritmos no perpetúen sesgos? La transparencia y supervisión humana siguen siendo esenciales. La IA puede ser una herramienta poderosa, pero siempre debemos recordar poner a nuestro alumnado en el centro de la ecuación para garantizar su educación integral y plena, y pensar en el sentido pedagógico que hay detrás de cualquier acción.

¿Y Las Limitaciones?

A pesar del entusiasmo, es crucial que estemos al tanto de las limitaciones de la IA. Los sistemas actuales requieren vastos volúmenes de datos sobre los y las alumnas. ¿Tenemos esos datos disponibles? Además, ¿puede la IA comprender realmente las sutilezas emocionales y conectar de manera genuina con nuestro alumnado?

 

Mirando hacia el Futuro

Las expectativas son altas. Se anticipa la aparición de asistentes virtuales más sofisticados, plataformas de aprendizaje inmersivo basadas en realidades virtual y aumentada, y herramientas de análisis predictivo. Sin embargo, es esencial que estos avances pongan siempre a las personas en el centro, garantizando una educación integral y equitativa.


Conclusión

La IA en educación es un horizonte lleno de posibilidades transformadoras, pero es imperativo abordar de forma integral sus desafíos éticos y limitaciones actuales para garantizar una implementación que beneficie genuinamente a todo el alumnado y nos encamine hacia la transformación de la educación.
En este camino, el foco siempre debe mantenerse en la formación integral.

Como educadores y educadoras, es vital que nos involucremos activamente en la comprensión y adaptación de estas herramientas y tecnologías. La IA tiene el potencial de ser una aliada poderosa en nuestra misión educativa y profesión, y en mejorar e innovar la experiencia de aprendizaje de nuestro alumnado.

 

Pero ¿estamos listos para darle la bienvenida de manera informada, rigurosa y crítica?

Desde reimagine education podemos ayudarte sobre cómo la IA puede moldear el futuro de nuestra profesión y la experiencia educativa de nuestro alumnado.

 

Tres medidas para fomentar la equidad en la educación (parte 3)

Expectativas altas para todo el estudiantado

En este tercer post de las medidas para fomentar la equidad en la educación nos centraremos en las expectativas altas para todos los y las estudiantes.

 

Mantener altas expectativas para todo el estudiantado es un aspecto crucial de la equidad en la educación.

  • ¿Qué significa realmente tener altas expectativas?
  • ¿Cómo podemos, como educadores, asegurarnos de que estamos desafiando a todos nuestros estudiantes a alcanzar su máximo potencial, sin dejar a nadie atrás ni al margen?

 

Proporcionar retroalimentación constructiva y motivadora

 

La retroalimentación es una herramienta poderosa para ayudar a los estudiantes a aprender y crecer. Pero para ser efectiva, la retroalimentación debe ser constructiva y motivadora, ayudando a los estudiantes a entender sus fortalezas y áreas de mejora, y alentándolos a esforzarse por mejorar.

 

Pregúntate a ti mismo:

 

  • ¿Cómo puedo proporcionar retroalimentación que ayude a mis estudiantes a entender sus fortalezas y áreas de mejora?
  • ¿Cómo puedo usar la retroalimentación para motivar a mis estudiantes a esforzarse por mejorar?

 

Implementar estrategias de enseñanza diferenciada

 

No todos los y las estudiantes aprenden de la misma manera. Al implementar estrategias de enseñanza diferenciada, podemos adaptar nuestra enseñanza a las necesidades y habilidades individuales de cada estudiante, asegurándonos de que todos los estudiantes estén desafiados y apoyados en su aprendizaje.

 

Pregúntate a ti mismo:

 

  • ¿Cómo puedo adaptar mi enseñanza para satisfacer las necesidades y habilidades individuales de cada estudiante?
  • ¿Qué estrategias de enseñanza diferenciada puedo implementar en mi aula?

 

Fomentar una mentalidad de crecimiento

 

Una mentalidad de crecimiento es la creencia de que podemos mejorar y aprender con esfuerzo y perseverancia. Al fomentar una mentalidad de crecimiento en nuestros estudiantes, podemos ayudarles a entender que tienen el control de su propio aprendizaje y que pueden alcanzar altas expectativas con el esfuerzo y el apoyo adecuados.

 

Pregúntate a ti mismo:

 

  • ¿Cómo puedo fomentar una mentalidad de crecimiento en mis estudiantes?
  • ¿Cómo puedo ayudarles a entender que tienen el control de su propio aprendizaje?

 

Mantener altas expectativas para todos los estudiantes y todas las estudiantes es un desafío, pero es un reto que vale la pena asumir. Al hacerlo, podemos ayudar a todo nuestro estudiantado a alcanzar su máximo potencial y a creer en su capacidad para aprender y crecer. Sabemos, y hay abundante evidencia científica al respecto, que la expectativa personal del educador o docente juega una influencia fundamental en la vida y resultados de nuestros alumnos y alumnas.

 

¿Estás listo para asumir este desafío?

Desde Reimagine Education podemos ayudarte.

¿Nuevo período académico y nueva fase de la educación?

En muchas partes del mundo, en estas semanas, empieza un nuevo período académico para las instituciones educativas. Miles de estudiantes, profesores y profesoras reinician la actividad con ilusión y expectativa, y centenares de directivos y directivas enfocan y buscan objetivos y resultados, y probablemente también innovaciones y cambios.

La rueda vuelve a empezar con infinitas posibilidades para asegurar, a la vez, altos niveles de asunción del conocimiento, así como el máximo desarrollo humano del alumnado. Sin embargo, lo más importante de este nuevo período que estrenamos será, con toda seguridad, darle nuevas oportunidades a la innovación y transformación de nuestro proyecto educativo para responder al movimiento de cambio que se evidencia en el mundo, a la vez que conseguimos que la inercia y el activismo de cada año no nos consuman todo el tiempo y energía disponible.

Vamos a necesitar parar. Parar para tomar perspectiva va a ser fundamental si deseamos construir un futuro educativo distinto donde la innovación y el cambio tengan un lugar. Parar para anticipar el futuro que deseamos y que de alguna manera ya se adivina y emerge en muchas partes. Estamos ya en una nueva fase de la educación.

Ciertamente podemos estar preocupados y preocupadas por muchas y muy diversas cosas en nuestro día a día. En algunos países la baja natalidad, con la baja matrícula, es el principal problema. En otros, la necesidad de cumplir nuevos estándares o nuevas normas y leyes que nos quieren ayudar a avanzar hacia una nueva educación. En muchas partes la necesidad de avanzar en la inclusión, para ayudar a cada persona, a cada alumno y alumna, a llegar lo más lejos posible. En todo el mundo la perspectiva de una tecnología que ha acelerado y nos desborda, obligándonos a evaluar las innovaciones que tenemos y a replantear los modelos educativos en marcha.

En todo caso, sea por una razón u otra, necesitaremos plantearnos nuevas estrategias y nuevos caminos para fortalecer nuestro proyecto educativo, para dar respuesta a los múltiples retos planteados y priorizar nuestro tiempo y energía para poder entrar en una nueva fase de innovación y cambio.

Y para ello, solamente necesitamos dos ingredientes esenciales: convicción, para dedicarle tiempo y energía, y visión, que nos permita tener apoyo y ayuda de profesionales que ya hayan hecho el camino.

Sin dedicarle un poco de tiempo y energía en este nuevo período que empezamos, no renovaremos nuestro proyecto educativo con nuevas posibilidades y opciones. Se trata de crear un equipo de impulso de la innovación y el cambio, y reservar tiempos y espacios que permitan parar y ver hacia dónde queremos avanzar, evaluando, haciendo diagnóstico, mirando nuestra realidad de otra forma, tomando perspectiva y generando una nueva estrategia seguramente distinta de la actual. Con convicción.

Y dejarse ayudar para tener nueva inspiración, para encontrar un método para nuestro camino de cambio, para replantear el liderazgo, para incorporar la mirada sistémica y, de esta forma, con un nuevo y activo acompañamiento, lograr entrar en nuevas sendas no transitadas hasta ahora. Con visión.

Sigue la rueda, pero necesitamos parar para anticipar un futuro distinto. Y necesitamos también apoyo para adentrarnos en nuevos caminos de cambio. Y todo ello es posible en este nuevo período académico que iniciamos. Depende de ti… ¿hablamos?

Niebla, incertidumbre y liderazgo

 

Estamos en pleno momento de cambio de la humanidad en muchos ámbitos y aspectos, y ya no parece aventurado pensar que, dentro de esta década, vamos a vivir (estamos viviendo) cambios profundos. Y, por supuesto, también en la educación.

Sin embargo, hay mucha niebla que nos impide ver con claridad cómo avanzar. Es lo que pasa en circunstancias de mucha incertidumbre combinada con cambios acelerados. Y, además, en nuestro ámbito educativo, arrastrando fatiga por el sobreesfuerzo de la crisis de la COVID-19 y con la sensación interna de que, durante muchos años, hemos estado impulsando innovación, formación y cambios metodológicos (incluyendo los tecnológicos) y ahora no sabemos por dónde seguir avanzando.

Una de las anécdotas más usuales de los cursos de liderazgo es la del pelotón que se perdió en los Alpes durante una fuerte ventisca en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. El sargento al mando tomó el mapa que tenía uno de sus soldados en el bolsillo y, frente a la incertidumbre y el desconcierto, comenzó a guiarles durante horas, que se hicieron eternas, por el temporal, hasta que alcanzaron las luces de un pueblo. Una vez a salvo, y tras asistirles y alimentarles, sus habitantes les preguntaron cómo habían escapado a la tormenta y encontrado su recóndito lugar. Al enseñarles el mapa del que se habían servido, repararon en que reproducía una región de los Pirineos… ¡no de los Alpes!

Personalmente, he vivido situaciones parecidas. Soy muy aficionado a la montaña y el alpinismo y, en muchas ocasiones, me he perdido en medio de la niebla y he tenido que hacer noche en la intemperie sin saber con precisión dónde estábamos. Con mis compañeros y compañeras, con mis hijos e hijas… Y, a menudo, el mapa, o no servía o ya estábamos fuera… Pero había que avanzar.

En tiempos de incertidumbre los líderes desempeñan un papel crucial al proporcionar guía y comunicación. No es necesario tener un conocimiento detallado del terreno para crear un mapa. Incluso un mapa antiguo o de otra parte puede ser útil en momentos de desconocimiento. En situaciones de incertidumbre, es más importante que nunca formular una narrativa convincente y transmitir confianza a los implicados.

Y este es el papel del líder. El líder como creador de sentido mediante la inspiración y el relato que anima a definir hacia dónde queremos avanzar y moviliza a partir de deseos y sueños de vida y futuro de su comunidad. No el directivo o directiva que solamente vive en el día a día y dedica el ciento cincuenta por ciento de su tiempo y energía a la gestión, sin anticipar ni avanzar, replegándose en su cuartel, sin salir afuera porque hay niebla.

Para avanzar hacia el futuro, no podemos esperar a tener un conocimiento claro y experto para crear un mapa con hitos exactos como cuando el entorno era fijo o con pocos cambios. Los líderes no pueden tener todas las respuestas ni pretender ser expertos en todos los aspectos. Sin embargo, deben desarrollar un mapa para este mundo cambiante y comunicarlo y aplicarlo como una guía inicial.

Pero, para ser líder hoy, en estas nuevas circunstancias, debemos mirarnos hacia dentro, como personas. Tomar consciencia de nuestro ser y nuestra historia, de nuestro entorno y nuestro sistema, con otra perspectiva. Dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos para poner en crisis los antiguos marcos mentales que ya no sirven y adoptar nuevas miradas a un futuro que podemos y debemos anticipar y que está lleno de oportunidades. Sobre todo, en educación.

Y necesitamos espacios, tiempos y conceptos distintos y nuevos que enlacen con nosotros y nuestra realidad y nos ayuden a llevar a cabo este cambio. Debemos dar un salto en el camino personal y profesional para encontrar nuevos enfoques. Debemos avanzar hacia un liderazgo consciente.

Esto es lo que ha preparado, junto con Joan Corbalán, el equipo de reimagine.education. Un programa que te permita ir más allá de desarrollar acciones de innovación y te ayude a repensarte como un líder comunitario capaz de generar bienestar, desarrollo y transformación en tu institución educativa; junto con tu equipo, integrando al alumnado, las familias, los docentes y el entorno en una verdadera comunidad de aprendizaje que, a pesar de la niebla, avance.

Lo hemos llamado Liderazgo experiencial consciente para transformar la educación. Tiene un formato fundamentalmente en línea, y aúna la perspectiva sistémica a tu liderazgo y a tu institución, con la mirada y la metodología transformacional para avanzar hacia el futuro que va emergiendo. Empieza el próximo septiembre, y conlleva una dedicación estimada de 100 horas distribuidas en seis meses.

Hay que atreverse. Es importante hacer cosas distintas para salir de la niebla, superar la situación de incertidumbre y liderar para avanzar. ¿Te decides?

Te ofrezco una hora para compartir conmigo tus objetivos y preocupaciones para ver cómo avanzar.

 

La Inteligencia Artificial nos puede ayudar a transformar la educación

Que la inteligencia artificial está cambiando el mundo a pasos agigantados es un hecho, y uno de sus exponentes más recientes es ChatGPT3, un modelo de lenguaje generativo que desarrolla Open AI y que pronto va a tener competidores como ya ha anunciado Google. Con su capacidad de interactuar con las personas y responder a preguntas, resolver problemas, hacer traducciones (entre otras acciones), ChatGPT3 ha llamado la atención por su potencial transformador en diversos sectores, incluyendo el de la educación.

El impacto de IA como la de ChatGPT3 en la educación es significativo y, además, está evolucionando rápidamente. La tecnología de ChatGPT3 incide directamente en los roles y tareas de profesorado y alumnado, así como también en la forma en que se pueden llevar a cabo las actividades educativas dentro y fuera del aula. Por eso, es imprescindible conocer la herramienta y reflexionar sobre cómo puede contribuir a mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje de acuerdo con el modelo educativo de cada institución.

ChatGTP3 es una tecnología de IA de última generación que ofrece una amplia gama de posibilidades para la educación. Con su capacidad para interactuar con las personas puede transformar la forma en que se enseña y se aprende.

Integración de la Inteligencia Artificial en el aula

Antes de incorporar ChatGPT3 en el aula, es necesario formar un grupo de trabajo que evalúe sus posibilidades y haga recomendaciones para su uso. La integración de la tecnología debe ser coherente con el modelo educativo y debe utilizarse para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, siempre de acuerdo con el perfil de egreso que estamos buscando.

La incorporación de inteligencias artificiales en la educación requiere un replanteamiento y una reimaginación del modelo educativo y tecnológico actual. La tecnología debe estar al servicio del modelo educativo y, a su vez, ayudar a lograr el perfil de salida del alumnado. Debemos saber cuál es el perfil actual de los estudiantes y compararlo con el que queremos conseguir para poder avanzar.

Las palancas para impulsar la innovación y el cambio educativo pueden ser múltiples. Y, en este caso, el conocimiento, la reflexión y el debate que podemos hacer en nuestro equipo alrededor de esta nueva realidad, nos puede ayudar.

Utilizando tecnología avanzada en la educación, el alumnado estará mejor preparado, personal y profesionalmente, para afrontar los desafíos del mundo digital y de la economía del futuro.

Beneficios e inconvenientes de incorporar la Inteligencia artificial a las aulas

No hay fórmulas mágicas, y cada equipo e institución debe ver cómo puede integrar esta nueva posibilidad. En todo caso, ahí van algunas reflexiones y propuestas por si pueden ayudar…

La IA permite a ChatGTP3 una interacción personalizada tanto con el profesorado como con el alumnado, como con ambos trabajando conjuntamente, lo que nos puede permitir realizar nuevas y diversas actividades o investigaciones, así como ajustar el ritmo y el nivel de dificultad según necesidades individuales. Esto puede resultar en un aprendizaje más efectivo y motivador.

También se puede utilizar en cualquier momento y lugar, lo que significa que el alumnado puede preparar actividades, aprender a su propio ritmo y seguir avanzando, incluso fuera del aula. De esta forma, la interacción personalizada con este tipo de tecnologías puede ayudarles a sentirse más motivados y comprometidos con su aprendizaje, y puede facilitar también muchas tareas previas y/o auxiliares tanto a docentes como a alumnos.

Además, brinda un acceso más amplio a la educación a personas con diversas necesidades, en zonas remotas o con limitaciones económicas, lo que representa una mejora en la equidad en el acceso a la educación.

Otro punto positivo de integrar tecnologías como ChatGTP3 en el aula es que puede ayudar a fomentar la colaboración y el aprendizaje cooperativo entre el alumnado, lo que puede mejorar su comprensión y retención del material, y puede enriquecer la experiencia educativa ofreciendo una mayor interacción, acceso a recursos y opciones de aprendizaje personalizadas.

Para interactuar adecuadamente con ChatGTP3 hay que aprender a hacer preguntas y a ser crítico y analítico respecto las respuestas que nos da. Y este es un aprendizaje muy importante, que además podemos hacer en equipo.

educar al alumnado utilizando herramientas como chatgpt3 puede ayudarte a ser crítico y analítico.

Finalmente, no podemos olvidar que, al utilizar tecnología avanzada en la educación, el alumnado estará mejor preparado para afrontar, personal y profesionalmente, los desafíos del mundo digital y de la economía del futuro.

Y, por supuesto, como cualquier nueva creación de la humanidad, ChatGTP3 puede presentar también inconvenientes y disfunciones, especialmente vinculados a su uso inadecuado. Por esto no será nunca una solución su prohibición, ya que la mejor forma de aprender a utilizarlo e integrarlo adecuadamente en las prácticas educativas del proceso de enseñar y aprender, será el uso conjunto e integrado de esta potente herramienta de información y conocimiento por parte de docentes y alumnos, como una comunidad que aprende conjuntamente y va descubriendo sus posibilidades y limitaciones.

ChatGPT3 y la inteligencia artificial en general pueden ser un gran empuje para la transformación profunda de la educación.

ChatGPT3 y la inteligencia artificial en general pueden ser un gran empuje para la transformación profunda de la educación. Conocer la herramienta, integrar de manera coherente y replantear el modelo educativo son los primeros pasos para aprovechar su potencial y mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

No hay duda de que hemos dado un salto cualitativo en el uso de nuevas herramientas basadas en IA, que este hecho está teniendo y tendrá un importante impacto en muchos sectores y profesiones (y especialmente en educación), y que todo ello, no ha hecho más que empezar.

Podemos ayudarte a implementar ChatGPT3 en tu institución educativa, reimaginando el uso de la tecnología y replanteando tu modelo educativo.

Evaluar para transformar

Alba Ayneto y Xavier Aragay

Como ya hemos venido diciendo en los últimos posts, la educación está traspasando un profundo umbral de cambio, acelerado por la crisis de la COVID-19, que requerirá un proceso de transformación de las instituciones educativas en todos sus niveles. Y, como en cualquier proceso que iniciamos, es necesario evaluar para transformar. Te enseñamos los tipos de evaluación según la metodología RIEDUSIS.

Tanto para evaluar para transformar como en la misma transformación no existen recetas concretas, puesto que cada centro debe definir su propio camino, en función de su trayectoria y contexto. Por esto, en Reimagine Education Lab contamos con una metodología del proceso de cambio propia, centrada en las personas, que aporta un método lógico, ordenado y sistémico para transformar profundamente los procesos de enseñar y aprender, las configuraciones culturales, organizativas, tecnológicas y físicas de la institución educativa y dejar instalados en su interior herramientas y mecanismos que aseguren este avance y su consolidación y progreso. De hecho, nuestro propósito no es abandonar un modelo tradicional para “encerrarnos” en otro nuevo, sino buscar un camino de transformación avanzada que nos ayude a caminar al mismo ritmo que el mundo.

Partiendo de la misión educativa del centro y poniendo al alumnado en el centro, proponemos centrarnos en el modelo de persona (también conocido como perfil de la persona egresada) que queremos educar (desglosado en impactos). Así, el perfil de la persona egresada, consensuado y trabajado por toda la comunidad educativa, se convierte en una potente herramienta de cambio. Esta nueva herramienta, mediante un sistema de backward design, nos sirve para rediseñar los procesos de enseñanza y aprendizaje, los espacios, la organización, la cultura interna… al servicio del nuevo perfil que deseamos educar. Un proceso a través del cual se establecen las hipótesis de partida del proceso de transformación, que se concretan en un prototipo (o experiencia avanzada de cambio). Recuperamos así el método científico para el camino iterativo de la transformación educativa de la institución.

¿Cómo evaluar para transformar?

El diseño y la implementación de prototipos nos permiten incorporar la evaluación como principal aliado para permitir visualizar e identificar nuevas soluciones y asegurar la mejora continua y el cambio de perspectiva. Identificamos dos maneras de evaluar para transformar que, a pesar de tener objetivos distintos, se complementan para asegurar la consecución de nuestros objetivos: la evaluación de proceso y la evaluación de impacto.

Es importante especificar que ambas evaluaciones (la de proceso y la de impacto) que plantea la metodología RIEDUSIS no son evaluaciones individualizadas, ni se asemejan a lo que normalmente se entiende por evaluación de los resultados de aprendizaje del alumnado. Tampoco estamos hablando de la evaluación del desempeño de los docentes ni de una evaluación vinculada a los sistemas de calidad. Estamos planteando evaluar las iniciativas avanzadas de cambio (prototipos) en su conjunto para dejar instalada en la institución una herramienta de evolución y mejora permanente de la transformación educativa.

En un principio, durante el primer o segundo año de implementación del prototipo en el aula, la evaluación de proceso nos permite asegurar que la implementación del prototipo se ajusta a las hipótesis de partida que habíamos diseñado. De esta manera, incrementamos las probabilidades de impactar en nuestro alumnado de acuerdo con el perfil de la persona egresada y aseguramos la interpretación de una posterior evaluación de impacto.

Combinando entrevistas, observaciones, revisión documental y focus groups, buscamos identificar puntos fuertes y puntos críticos que asegurar para garantizar que llevamos a cabo todas las acciones esenciales que buscan promover el impacto en el alumnado. Además, intentamos cerciorarnos de que hemos tenido en cuenta los factores críticos de éxito del prototipo.

¿Qué objetivos tiene la evaluación de impacto?

Una vez efectuada una evaluación de proceso y con la experiencia avanzada de cambio o prototipo implementado y consolidado, la metodología RIEDUSIS propone una evaluación de impacto. En esta evaluación, ya no buscamos asegurar la implementación del prototipo, sino que buscamos ver el efecto que la implementación del prototipo ha tenido en nuestro alumnado como grupo o cohorte. La evaluación de impacto nos dará información relevante para ver si nos acercamos al perfil de la persona egresada planteado y para buscar la relación entre este perfil y cada uno de los cambios esenciales o profundos de la experiencia del alumnado acaecidos en el prototipo.

Así, pues, combinando ambas evaluaciones (la de proceso y la de impacto), aseguramos no solo la implementación según el diseño inicial (evaluación de proceso), sino también la validación o descarte de nuestras hipótesis de partida (evaluación de impacto) para seguir avanzando en el cambio.

En este momento, estamos acompañando a varias instituciones escolares y universitarias en ambas evaluaciones, y tenemos como referencia y experiencia previa la evaluación del prototipo de la NEI (Nueva Etapa Intermedia) que se llevó a cabo en el marco del proyecto de transformación Horizonte 2020.

¿Te interesa saber más sobre cómo evaluar para transformar y la metodología RIEDUSIS? ¡Ponte en contacto con nosotros!

¿Cuáles son las nuevas estrategias para el futuro de la educación?

Más allá de la tensión y el cansancio que provoca la situación actual en directivos, directivas y docentes, y más allá de las pérdidas de las que hablábamos en el primer artículo, uno de los problemas más importantes que tenemos es la persistente neblina estratégica que provoca la crisis del coronavirus. Por eso nos surge la duda de cuáles son las nuevas estrategias para el futuro de la educación.

Sin darnos cuenta, los mapas y las hojas de ruta que teníamos establecidos en cada institución educativa (y a nivel de sistema) antes de la crisis educativa que ha provocado la COVID-19 han desaparecido. Probablemente eran limitados o no acertaban a ver la necesidad de llevar a cabo cambios más profundos, pero existían. Ahora, simplemente, no hay mapas ni rutas de avance colectivo, y podría suceder, si el cansancio nos domina, que cada directivo, cada directiva, cada docente, a nivel individual, intente pensar en nuevos caminos de futuro. Todo ello, teniendo en cuenta que es más necesario que nunca abrir caminos compartidos de futuro y consolidar los aprendizajes que hemos adquirido hasta ahora.

¿Qué necesitamos para seguir avanzando en la transformación educativa?

Los aprendizajes personales, profesionales e incluso institucionales de este período extraordinario, tanto vitales como educativos, se están produciendo de forma dispersa e individual. No se han consolidado en la comunidad educativa. Debido a la desaparición de muchas de las reuniones, encuentros e instancias de reflexión y debate que teníamos (aunque algunas fueran inerciales) y a que los encuentros virtuales a penas nos bastan para resolver nuestro día a día, andamos huérfanos de compartir y asentar aprendizajes, perspectivas futuras y nuevas rutas colectivas de cambio.

Y, sin embargo, estamos ante la mayor transformación educativa de este siglo… si sabemos aprovechar el momento para avanzar. Nos falta perspectiva, nos falta estrategia. Este año 2021, sin darnos cuenta, hemos entrado en la década de los años veinte del siglo XXI. Y estos años futuros van a ser extraordinarios, pero no en el sentido de la vivencia extraordinaria que estamos viviendo con la crisis de la COVID-19. Van a ser extraordinarios porque se van a dar las condiciones para transformar profundamente la educación; en todos sus niveles.

La confluencia de la pospandemia de la que nos habla Nicholas Christakis en el anterior artículo, junto con la percepción de Michael Fullan de que estamos en el momento adecuado y tenemos los impulsores para llevar a cabo el cambio, del cual ya hablé en el segundo artículo, unido a los importantes aprendizajes que estamos interiorizando en este período y al extraordinario salto tecnológico que ya se empieza a vislumbrar en esta década que iniciamos (inteligencia artificial, big data, virtualidad…), nos permite hablar de una gran posibilidad de avance y transformación educativa.

Solamente faltamos nosotros, los directivos y las directivas de las instituciones educativas, para marcar la diferencia, para hacer posible (a la vez) un salto hacia adelante y una salida potente de la crisis educativa que estamos viviendo. Es ahora, amigos, es ahora, que, como líderes, debemos abrir caminos inéditos en nuestras vidas y en nuestras instituciones educativas con un relato esperanzador para el futuro.

No hay marcha atrás, necesitamos nuevas estrategias para el futuro educativo

Tengo claro que no es fácil (si no, todo el mundo ya lo estaría haciendo), y que requiere pararse y visualizar (1) para reservar tiempo y energía para lo más importante: redefinir, reimaginar y reimpulsar el proyecto educativo de transformación profunda de nuestra institución para esta década que acabamos de iniciar.

Y es urgente, porque la salida de la crisis del coronavirus desde el punto de vista educativo no es evidente. Es decir, sin un impulso claro y decidido que nos permita rehacer mapas y rutas de forma colectiva, lo más probable sea una vuelta hacia atrás, hacia lo que teníamos antes del coronavirus, o, en el mejor de los casos, un estancamiento inercial con la excusa de un tiempo de moratoria y de descanso después del agotamiento. Y, mientras, el mundo seguirá avanzando a un ritmo cada vez mayor en esta década de los veinte del siglo XXI.

Necesitamos nuevas estrategias para el futuro de la educación, y necesitamos una metodología (nosotros, desde REIMAGINE EDUCATION LAB, ofrecemos la metodología #RIEDUSIS) que nos acompañe y nos ayude a avanzar por un camino (el de la transformación integral de nuestra institución educativa) que es un proceso complejo y que requiere tiempo. Pero no hay otra ruta…

Es la hora de la audacia, del liderazgo, de utilizar las dos manos para anticipar y asegurar el futuro de la educación que deseamos. Hay que disipar la neblina, recuperar una mirada conectada con las personas, con el mundo que vivirán nuestros alumnos, con nosotros mismos, con nuestros anhelos y sueños…

¿Lo enfocamos? ¿Dedicamos todo el tiempo de la próxima reunión de equipo a comentarlo? ¿Empezamos a planificar la transformación? ¿Sabemos cuáles serán nuestras estrategias para el futuro de la educación? ¿Necesitas ayuda?

(1) Aragay, Xavier. Reimaginando la educación. 21 claves para transformar la escuela. Ed. Paidós, 2017.