Perfil de los alumnos: una propuesta de Portugal

Hace unas semanas, en un anterior post, hablé de un programa piloto que el Ministerio de Educación de Portugal pondrá en marcha el próximo curso. El programa de perfil de los alumnos que se llama Autonomía y Flexibilidad, abarca cerca de 200 escuelas del país y tiene por objetivo conseguir que los alumnos sean más protagonistas de su aprendizaje, y que este aprendizaje sea más significativo y esté basado en el trabajo experimental y las competencias.

En este marco, en aquel post, me referí a la propuesta de establecer un perfil nacional común del alumno a la salida de los 12 años de escolaridad obligatoria. Hoy deseo profundizar en este importante elemento y en la novedad que representa en el panorama educativo internacional.

Este perfil de los alumnos contempla ocho principios educativos, una visión del ciudadano del siglo xxi, seis valores y doce competencias clave, tiene una base humanista y ha sido consensuado con los principales actores de la comunidad educativa. Se habla de formar personas libres, responsables, autónomas y conscientes de sí mismas y del mundo que les rodea. Personas capaces de lidiar con el cambio y la incertidumbre en un mundo en rápida transformación; críticas, creativas y con competencias para el trabajo colaborativo y capacidad de comunicación. Asimismo, aptas para continuar su aprendizaje a lo largo de la vida como factor decisivo de su desarrollo personal y de su intervención social sostenible.

Tal y como plantea el documento elaborado, tener un perfil de los alumnos definido no es un intento uniformizador. Al contrario, se trata de tener un marco común de referencia que potencie la libertad, la responsabilidad y la valorización de la persona en el trabajo de los educadores en las escuelas. Ante los demás y ante la diversidad del mundo, el cambio y la incertidumbre, es importante crear unas condiciones de equilibrio entre el conocimiento, la comprensión, la creatividad y el sentido crítico. Se trata de formar personas autónomas y responsables y ciudadanos activos. Y para ello, los conocimientos, aunque necesarios, no son suficientes.

Es importante decirlo alto y claro. Hoy, en todos los países, los conocimientos, estructurados en currículums oficiales excesivamente extensos, dominan el proceso de enseñanza y aprendizaje y dictan, cual dictador de la comunidad educativa, casi todos los minutos y actos educativos. En base a ellos se programa y planifica, en base a ellos se realiza la clase y en base a ellos se examina y evalúa. Y aunque el currículum tenga una estructura competencial, aunque se separen las competencias específicas de las transversales y, en base a una distinción que proviene del mundo anglosajón, se distinga entre competencias hard y competencias soft, continuamos hablando de currículum y competencias. No del modelo de persona a educar.

¿Y dónde queda el modelo de persona que queremos educar? La mayor parte de las veces queda en un documento de referencia, dentro del proyecto educativo, que no llega a hacerse presente dentro del aula. A menudo es un brindis al sol. O, a lo máximo que podemos aspirar, en palabras de algún directivo, es a que esté presente mediante una lluvia fina que impregne la escuela… y ya sabemos que últimamente la lluvia escasea.

Por esto me parece tan importante que un ministerio, mediante un trabajo de consenso, y antes de poner en marcha un programa piloto, ponga sobre la mesa un perfil del alumno que queremos educar, con la clara intención de “reequilibrar” el excesivo peso del currículum en el proceso de aprendizaje y dar mayor importancia a la educación de la persona.

De hecho, en mi opinión, transformar la educación ha de significar, fundamentalmente, darle la vuelta completa (flipped school) al proceso de aprendizaje que, en lugar de estar centrado en la transmisión de conocimientos, debe de estar centrado en la educación de la persona en base a un perfil del alumno consensuado en la comunidad educativa. Y en base a este perfil del alumno y a los recursos disponibles, se debe programar y planificar un conjunto de actividades con las que se deben conseguir unos resultados en términos personales y académicos a fin de impactar de forma clara en los alumnos para conseguir el modelo de persona que queremos educar. Y en este contexto, los contenidos estructurados en un currículum (si es posible en base a competencias) son un medio, no un fin en sí mismos.

 Y para conseguir esto vamos a necesitar de una metodología de diseño y planificación educativa, específica y distinta de la que ahora tenemos. Pero este tema lo explicaré en otro post.

Ojalá otros gobiernos sigan el ejemplo del Ministerio de Educación de Portugal y decidan crear, de forma consensuada y participativa, unos perfiles del alumno que queremos educar como forma de “reequilibrar” el excesivo peso del currículum. No tiene ningún sentido dedicar toda nuestra energía a transmitir unos conocimientos que no van a ser claves para el alumno y olvidar los elementos esenciales que conforman la persona y que le van a ser imprescindibles para ser ciudadanos de este siglo.

Autonomía y Flexibilidad, programa piloto de innovación educativa del Ministerio de Educación de Portugal

El pasado día 2 de mayo realicé una conferencia inspiradora sobre cambio educativo ante casi 600 directivos de escuelas de Coimbra (Portugal), en el marco de la presentación, por parte del Ministerio de Educación de este país, del nuevo programa piloto de innovación y cambio, llamado Autonomía y Flexibilidad.

El propio Secretario de Estado de Educación, Joâo Costa, en un ambiente expectante, presentó los principios y elementos esenciales de la propuesta, que me han parecido muy interesantes e innovadores. Se presentaron también varias experiencias innovadoras avanzadas de algunos centros y al final del acto tuvo lugar un amplio turno de preguntas e intervenciones en un entorno de consenso y avance.

Los principales problemas identificados por la comunidad educativa a lo largo de estos dos últimos años han sido: extensión excesiva de los programas curriculares, escasa autonomía de los centros escolares públicos, poca horizontalidad y transversalidad curricular y poca diversificación de la dimensión evaluativa.

Por ello, el Ministerio de Educación, con la participación de la comunidad educativa, se ha planteado, previamente a la puesta en marcha del programa piloto, disponer de los siguientes instrumentos:

  • establecer un perfil nacional común del alumno a la salida de los 12 años de escolaridad obligatoria. Este perfil contempla ocho principios educativos, una visión del ciudadano del siglo xxi, seis valores y doce competencias clave.
  • definir los aprendizajes básicos de los alumnos identificando, a partir de los documentos curriculares, todos los conocimientos y competencias a adquirir y desarrollar por los alumnos en cada año de escolaridad.
  • proponer un modelo de flexibilización pedagógica para conseguir la integración del perfil del alumno y los aprendizajes básicos mediante la transdisciplinariedad y la exploración de las áreas temáticas y los proyectos.

Con estos novedosos instrumentos como marco, nace el programa piloto de innovación y cambio educativo llamado Autonomía y Flexibilidad, que se centra en:

  • dotar a las escuelas que participan de una autonomía efectiva para decidir hasta el 25% de la carga horaria semanal del alumno por cada curso académico
  • con esta autonomía poner en marcha una flexibilidad curricular real como instrumento para explorar formas pedagógicas diferentes (trabajo por proyectos de naturaleza interdisciplinar), una organización de tiempos y espacios distintos y una estructuración alternativa de los docentes en equipos integrados

Todo ello para llegar a conseguir que los alumnos sean más protagonistas de sus aprendizajes, que este aprendizaje sea más significativo y se centre en los denominados aprendizajes básicos y que el desarrollo del trabajo experimental y las competencias (con especial énfasis en la comunicación y participación) esté más presente en el proceso educativo.

De las 811 agrupaciones escolares de gestión del país (las agrupaciones escolares son una interesante forma de relacionar las escuelas entre sí y crear red), 197 tienen intención de participar el curso próximo en este interesante programa de innovación y cambio.

El mundo educativo se mueve, de esto no hay ya ninguna duda. Y aunque los cambios deben venir de abajo y realizarse con la participación efectiva de la comunidad educativa, le compete a la administración educativa crear las condiciones y los marcos generales que faciliten, impulsen y animen este cambio. Y esta iniciativa del Ministerio de Educación de Portugal es una muy buena iniciativa en este sentido.

Seminario práctico de transformación educativa en Barcelona con 26 directivos de Chile

La pasada semana colaboré con el CETEI de Jesuïtes Educació en el diseño y la realización de un seminario práctico en torno a la transformación educativa aplicada, para 26 educadores de la Red Educacional Ignaciana de Chile (REI).

La Red Educacional Ignaciana está constituida por dos asociaciones de centros (Fe y Alegría Chile y la Asociación de Colegios) y se creó a partir de un grupo de colegios jesuitas y de fundaciones o corporaciones con vínculos estrechos con la Compañía de Jesús, que tiene el propósito de animar y promover un trabajo conjunto para alcanzar metas altas y consolidar un Proyecto Educativo Común y un plan de aseguramiento de la calidad de la propuesta educativa ignaciana para Chile. Está integrada por 23 centros educativos presentes en cuatro distintas regiones del país.

Hacer más de 11.000 kilómetros y movilizar a 26 directivos (directores de escuela, directores académicos, directores de etapa…) de 10 escuelas de esta red, de diversos entornos socioculturales, que atienden a cerca de 12.000 alumnos con aproximadamente 1.400 educadores contratados, es una muestra de la convicción y el liderazgo para poner en marcha un cambio profundo en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus centros y de todos los que conforman esta red.

El seminario es una combinación de presentaciones y debates (dos días en la sede del CETEI) en torno a la experiencia vivida por las escuelas jesuitas catalanas en su proceso de cambio, con una estancia (de dos días también) en las aulas de la NEI (Nueva Etapa Intermedia, de 5º de primaria a 2º de ESO) y el MOPI (Modelo Pedagógico Infantil, de P3 a P5), que son dos de las tres experiencias piloto de cambio que se han puesto en marcha dentro del proyecto Horizonte 2020. Finalmente, después de compartir aula con los maestros y profesores de Jesuïtes Educació, un último día, de nuevo en el CETEI, para recoger la experiencia y reflexionar sobre su aplicación en Chile.

Por supuesto, como complemento inicial y final, no van a faltar las visitas a Barcelona y una importante visita, de acuerdo con la espiritualidad ignaciana, a Montserrat y a la Cova de Manresa.

Compartir inquietudes y visión en torno al cambio y la transformación educativa de las escuelas con directivos que nos vienen a visitar de tan lejos y que esperan de nosotros una implicación abierta y apasionada para aprender juntos en el proceso, es un gran placer. Ojalá este tipo de experiencias puedan continuar realizándose y generalizándose. Solo juntos, todos los que estamos impulsando el cambio educativo en el mundo, podremos avanzar.

Seminario-Taller para los directivos del Sistema de Colegios Jesuitas de México

Del 6 al 9 de diciembre de 2016, en León (México), junto con Joan Blasco, Director del Modelo Educativo de Jesuïtes Educació, y Miquel Amor, Director del CETEI de Jesuïtes Educació , en el marco de mi colaboración con Jesuïtes Educació en la difusión de l’Horitzó 2020, impartí el Seminario-Taller «Bases para la puesta en marcha del nuevo paradigma educativo de los Colegios Jesuitas de México».

El Sistema de Colegios Jesuitas de México lo conforman 6 escuelas repartidas por todo el país que atienden a cerca de 13.000 alumnos (con sus etapas de infantil, primaria, secundaria y bachillerato) con más de 1.100 profesores.

Como el nombre del seminario indica, el objetivo era motivar y establecer las bases para, a partir de la inspiración y experiencia de l’Horitzó 2020, poner en marcha el camino de una trasformación educativa de las escuelas jesuitas de México.

Todo empezó cuando, en mayo de este año, una delegación del colegio jesuita de Puebla (México) visitó en Barcelona, durante tres días, las realizaciones del proyecto Horitzó 2020 en el marco de un Seminario Abierto de Divulgación organizado por el CETEI de JE. Al acabar, fue tal su entusiasmo que nos pidieron realizar un seminario en su país e implicar al resto de escuelas. Y como no podía ser de otra manera, nuestra respuesta fue afirmativa y entusiasta.

Los 65 directivos de las seis escuelas participantes en el seminario fueron seleccionados con criterios de liderazgo, apertura al cambio, trabajo en equipo, asunción de riesgos, identificación ignaciana y proyección de futuro, y era la primera vez que se reunían en este nuevo formato de equipos directivos del sistema.

Para preparar el Seminario-Taller, cada uno de los participantes se comprometió a leer y comentar, mediante una plataforma virtual, los ocho cuadernos de la colección Transformar la Educación del proyecto Horitzó 2020. Así, desde finales de septiembre y hasta el 3 de diciembre, de forma ordenada y sistemática, se fue produciendo una lectura y debate muy inspirador de los cuadernos entre los participantes, donde se planteaban preguntas clave y se reflexionaba sobre las prácticas educativas de las escuelas de hoy y la necesidad de avanzar hacia nuevos paradigmas educativos. Pude participar directamente en esta fase del proceso y realmente fue muy interesante y motivador.

El seminario se desarrolló de forma muy participativa y dinámica, con un debate muy vivo que combinaba plenarios, trabajo individual y trabajo en grupos, y plasmaba las conclusiones y avances de los participantes en unos grandes murales que iban decorando la sala de la casa de oración donde estuvimos reunidos. El trabajo de los cuatro días se organizó de acuerdo con el siguiente esquema básico:

  1. El mundo está cambiando. . . ¿Cómo debe cambiar la educación?
  2. El modelo de persona que queremos educar
  3. ¿Cómo puedo mirar la escuela que tengo pensando en el futuro?
  4. El modelo pedagógico que hemos elegido
  5. El proceso de cambio que queremos iniciar

El Seminario-Taller fue un impresionante éxito según la evaluación que realizaron tanto los organizadores como los propios participantes y acabó con un pronunciamiento conjunto de los Rectores de los seis colegios del sistema «a través del cual se comprometieron a buscar caminos para la transformación educativa, con la finalidad de crear una escuela de formación humana que responda a las urgencias y necesidades del siglo xxi».  Los colegios jesuitas de México han dado, sin duda, un gran paso en su camino de transformación.

Y personalmente me he llevado un gran impacto personal y profesional. Personal por la extraordinaria acogida humana de todas y cada una de las personas participantes, y por el fuerte impacto que el proceso ha tenido en su corazón y sus proyectos vitales. Y profesional al comprobar la gran inspiración que promueve conocer y debatir la experiencia del Horitzó 2020 y la bondad del método utilizado para ayudar a los directivos de las escuelas a cambiar sus marcos mentales y a prepararse para el camino del cambio.

¡Muchas gracias por la gran experiencia vivida y por el gran camino de transformación que ahora tenemos por compartir!

 

TEC21, modelo educativo del Tecnológico de Monterrey

Aprovechando mi viaje a México del pasado mes de diciembre, puse mi foco de atención en la transformación educativa, Tec21, que está realizando esta importante institución educativa mexicana.

El Tecnológico de Monterrey  es una universidad privada, sin fines lucrativos, fundada en 1943 gracias a la visión de un grupo de empresarios encabezado por Eugenio Garza Sada. Es una institución que tiene el propósito de transformar México y el mundo a través de la educación. Su oferta educativa abarca los niveles de bachillerato, carreras profesionales y programas de posgrado. En el ámbito profesional ofrece programas académicos en las áreas de Ingeniería, Tecnologías de la Información, Negocios, Humanidades y Ciencias Sociales, Arquitectura, Arte y Diseño y Ciencias de la Salud. Esta universidad se caracteriza por desarrollar y fortalecer el emprendimiento, el sentido humano y la internacionalización de sus estudiantes. Cuenta con cerca de 90.000 estudiantes y más de 10.000 profesores repartidos en 28 campus en México y 18 sedes y oficinas internacionales.

La necesaria transformación de las instituciones de educación superior, y especialmente de sus modelos educativos, para hacer frente a los cambios y demandas del siglo xxi, llevó al Consejo Directivo del Tecnológico, ya en el año 2012, a iniciar un modelo de transformación que permitiera alinear los elementos clave de la visión, la organización y la cultura de la organización. Posteriormente, en  2013, se propuso evolucionar hacia el Modelo Educativo Tec21 para preparar a los estudiantes con una formación integral que les permita enfrentar los desafíos que plantea un mundo cambiante e incierto y asegurar su competitividad internacional  potenciando sus capacidades y competencias para convertirse en líderes.

El modelo entiende por competencia la integración consciente de conocimientos, capacidades, actitudes y valores para afrontar con éxito tanto situaciones estructuradas como situaciones inciertas, que puedan implicar procesos mentales complejos para formar profesionales participativos y comprometidos con la sociedad.

En el Tec21 se contemplan dos tipos de competencias: las disciplinares y las transversales. Estas últimas son diez, y recogen desde el liderazgo hasta el trabajo colaborativo, pasando por el emprendimiento y la innovación, el pensamiento crítico y la ética y ciudadanía global.

El aprendizaje basado en retos, la flexibilidad en el cómo, cuándo y dónde se aprende, una vivencia universitaria memorable y unos profesores inspiradores, son los cuatro componentes básicos del modelo. Y finalmente, los cuatro habilitadores específicos del modelo son: las comunidades académicas, la innovación educativa, los espacios educativos y la vinculación con el entorno.

El Aprendizaje Basado en Retos (ABR) se fundamenta en el aprendizaje vivencial que tiene como principio que los estudiantes aprenden más y mejor cuando participan de forma activa en experiencias abiertas de aprendizaje. Un reto es una experiencia vivencial diseñada para exponer al alumno a una situación desafiante del entorno para lograr unos objetivos específicos de aprendizaje. Así, los conocimientos se integran y aplican mediante módulos de aprendizaje, que son el conjunto de contenidos teóricos y prácticos necesarios para resolver un reto. Veamos el siguiente esquema-resumen:

La flexibilidad curricular se construye, a diferencia de un plan de estudios rígido, mediante las trayectorias, UN sistema que brinda al alumno la oportunidad de explorar, decidir y especializarse a lo largo de su proceso formativo escogiendo contenidos de distintas áreas disciplinares. Un profesor asesor lo orientará de forma personalizada.

El nuevo enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje requiere un nuevo perfil de profesor que debe tener las siguientes características: inspirador, actualizado, vinculado al entorno profesional, innovador y usuario de las tecnologías de la información. Los roles que será necesario que desempeñe este nuevo perfil de profesor son: catedrático (diseña e imparte los módulos), evaluador (por competencias), diseñador de retos, tutor de reto y mentor de carrera.

Todo este modelo cuenta con una estrategia de implementación progresiva ya iniciada, que se ha previsto completar en el año 2020  con la primera generación completa de alumnos formada de acuerdo con este nuevo modelo y un sistema específico de transición del modelo actual al nuevo modelo TEC21. Esta estrategia tiene como elemento central la formación y acompañamiento de los docentes mediante el CEDDIE (Centro de Desarrollo Docente e Innovación Educativa) , el Observatorio de Innovación Educativa y el Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE). Este último, al que pude asistir en su edición del 2016 y del que hablaré en un próximo post, se celebra desde el año 2006, pero con carácter internacional desde el 2014.

Impresiona conocer y comprobar la visión y capacidad de liderazgo que está teniendo esta universidad para avanzar decididamente hacia un nuevo tipo de institución educativa superior que supere las limitaciones de la formación que hoy ofrecen la mayoría de universidades. Las universidades deben reimaginarse y avanzar hacia una innovación sistémica y disruptiva. Este es nuestro gran reto hoy en el mundo.

Viajo a México

Estos próximos días voy a estar en diversas ciudades de México para participar en dos importantes actividades. En primer lugar, voy a impartir un Seminario/Taller de una semana, junto con Joan Blasco, director del modelo pedagógico de Jesuïtes Educació, y Miquel Amor, director del CETEI (nodo de innovación pedagógica de Jesuïtes Educació), a 60 directivos de las 6 escuelas jesuitas de este país que se reúnen por primera vez para avanzar juntos en el camino de la transformación educativa. 

Previamente, los 60 directivos han estado leyendo, resumiendo y compartiendo los 8 cuadernos  titulados «Transformando la educación» en un debate abierto y participativo mediante una plataforma virtual.

Va a ser un gran reto colaborar en la construcción de una visión conjunta y compartida del cambio educativo que las escuelas jesuitas de México desean realizar y ayudarles a dar los primeros pasos y a definir el camino.

Acabado el Seminario/Taller, vamos a participar en el que posiblemente sea uno de los mejores congresos internacionales de innovación educativa que se realizan en el mundo, el 3er Congreso Internacional de Innovación Educativa, que organiza el Tecnológico de Monterrey en su campus de Ciudad de México. Allí vamos a presentar la experiencia del Horitzó 2020 así como los cuadernos «Transformando la educación» que lo explican.

En próximos post voy a seguir contando las reflexiones y aprendizajes del viaje y las actividades.

Innovación educativa en Perú e experiencia de servicio

La propuesta educativa de innovación educativa en Perú, de Innova Schools, de la que ya he hablado en el post anterior, incorpora el early childhood education program creado por la Universidad de Berkeley (California – USA) en la etapa infantil, y un modelo propio que combina “blended learning y flipped classroom” en las etapas primaria y secundaria. En estas dos etapas, los alumnos trabajan el 75% de su tiempo en lo que llaman “group learning” como elemento de construcción colectiva de aprendizajes con dinámicas colaborativas de trabajo en grupo, y el 25% de tiempo restante en “solo learning” con aprendizaje individual y autónomo a través de recursos digitales. Han realizado también una interesante priorización del currículum oficial e introducido la formación competencial. El estudiante es lo más importante y el modelo se orienta a garantizar su aprendizaje.

Para facilitar todo ello han desarrollado el Teacher Resource Center (TRC), un gran repositorio de recursos educativos para los maestros y profesores que incorpora más de 26.000 unidades de aprendizaje y un sistema participativo y colaborativo de mejora constante de estas unidades por parte de los propios docentes.

A nivel de infraestructura, el diseño de los edificios, las aulas y el mobiliario está pensado para vehicular el modelo educativo, en una imagen alegre y moderna que incorpora nuevos elementos en el panorama de las escuelas del país.

Su apuesta de innovación educativa en Perú pasa por la atracción de talento educativo y su capacitación permanente del profesorado también impresiona. El proceso de selección de los nuevos docentes incorpora exámenes, test y un “assessment center” que simula situaciones reales de aula, y la apuesta por la formación continua de los docentes incluye 120 horas de formación anual para cada uno de ellos, en un programa de desarrollo del profesorado estructurado en cuatro áreas: refuerzo de contenidos curriculares, creación de ambientes de aprendizaje, mejora metodológica y desarrollo como persona.

Cuentan con un programa específico de liderazgo pedagógico para los más de 150 directivos que tienen en la actualidad, basado en el que utilizan en el Sistema Educativo de Ontario (Canadá), así como con un sistema interno de “coaching” para los nuevos profesores, realizado por los profesores que tienen más experiencia, para acelerar su incorporación y formación inicial.

Un sistema de calidad educativa completa el modelo de innovación educativa en Perú. El equipo de calidad educativa ha generado una metodología propia, basada en estándares internaciones y validado por expertos externos, que mediante test censales y muestrales realizados cada curso, monitoriza y garantiza los aprendizajes de los alumnos. Están acreditados por AdvancED Accreditation.

Con todo ello, han logrado ya superar en los últimos años, en las pruebas externas que realiza la administración educativa, los resultados estandarizados de las asignaturas “core” del currículum, no solamente a la escuela pública, si no a las mismísimas escuelas privadas de élite del país. Un resultado impresionante en tan poco tiempo.

Está claro que con el poco tiempo de desarrollo de la iniciativa y el crecimiento acelerado del proyecto, muchos aspectos y elementos del modelo pedagógico deben afinarse y profundizarse, pero también me parece evidente que el esfuerzo ingente que Innova Schools está realizando para que alguna cosa cambie en el panorama educativo del Perú está ya teniendo impacto, por supuesto en los propios alumnos y familias que asisten a sus centros, pero también en el sector educativo del país.

Felicidades al equipo que lo lidera y realiza. Una impresionante y original iniciativa para mejorar y transformar la educación, que combina audacia, innovación y calidad en un modelo y camino muy desconocidos. Valdrá la pena seguir en contacto con ellos en los próximos años.

¿ Podría aplicarse este modelo para mejorar la educación de otros países?

Innova Schools, el futuro de la educación de Perú

Perú es normalmente un país muy desconocido para nosotros… o al menos lo era para mí. Por eso el caso de Innova Schools me ha llevado a descubrir un poco más el background de la educación de este país. En los últimos 10 años está realizando un importante despegue económico con un crecimiento sostenido del PIB y una importante reducción de la pobreza y aumento de su clase media. Por lo que respecta al sector educativo tiene una distribución del 72% de escuela pública y 28% de escuela privada (en datos globales), aunque si tomamos el caso de su capital, Lima, que llega a concentrar casi 10 millones de habitantes de los más de 30 que tiene el país, esta proporción, dependiendo de las zonas, puede llegar al 50%. No existe la escuela “concertada”, y sí en cambio una gran cantidad de escuelas privadas pequeñas y de poca calidad, coexistiendo con unas pocas escuelas privadas de élite. En general Perú obtiene muy pobres resultados cuando se realiza la comparativa de las pruebas Pisa del mundo; en esta línea, tanto la escuela pública como la privada tienen bajos resultados (incluida la escuela privada de élite que es muy minoritaria) en las asignaturas “core” del currículum…

Frente a este panorama, Innova Schools es una empresa que se ha propuesto establecer una red de colegios que busca construir el futuro liderazgo del Perú brindando una educación de calidad e innovadora, de acuerdo con los estándares internacionales, para educar nuevas generaciones inspiradas, éticas y con valores, mediante una propuesta que incluye profesores altamente capacitados, una metodología avanzada, una tecnología integrada y una infraestructura diseñada para mejorar efectivamente el aprendizaje.

Y realmente lo están realizando: en cinco años, el proyecto de Innova Schools ha levantado 35 escuelas en diversas partes del país, y ya cuentan con cerca de 25.000 alumnos atendidos por más de 1.350 educadores. Y su plan es llegar a 100 escuelas y 100.000 alumnos antes del 2025 a un ritmo sostenido de creación de entre 6 y 8 escuelas cada año, con una inversión total estimada de más de 500 millones de dólares movilizada de forma privada (aportación de capital y bonos de deuda particular). Las escuelas integran las etapas de infantil, primaria y secundaria, escolarizando, de acuerdo con las normas del país, de los tres a los 17 años.

Su público objetivo es la nueva clase media emergente (niveles B2 y C1 y C2 en su terminología) que busca avanzar y superarse, y su propuesta se basa en una creativa combinación de apuesta por la innovación y creatividad educativa; todo ello soportado por bajos costes basados en una importante economía de escala de escuelas en red de nueva creación. Así, las familias cubren todo el coste de la educación mediante la aportación de 11 cuotas que se sitúan entre 300 y 400 “soles” (moneda Peruana, el equivalente en dólares sería entre 100 y 120$), lo que equivale a destinar aproximadamente un 15% del salario de la familia de clase media a la educación. Una fundación impulsada por ellos mismos cubre entre el 50% y el 75% de las cuotas de las familias que por razones económicas no pueden cubrir todo el coste de la educación.

El modelo económico es atrevido, pues debido a la apuesta por el binomio innovación-calidad versus bajo coste/economía de escala, no consigue el “break event point” hasta alcanzar las 70 escuelas, no distribuyendo beneficios a los accionistas, según el plan de negocio previsto, hasta pasado el año 2021. En este sentido el modelo debe ser de calidad, escalable y accesible.

Del equipo de profesionales que integra el proyecto impresionan el propósito (es decir, la conciencia de trabajar para la mejora de la educación del país), la creatividad (en el sentido de estar creando e implementando constantemente nuevas soluciones, ideas y modelos), la capacidad de trabajar conectados y en red con otras iniciativas educativas innovadoras de Estados Unidos y Europa aprendiendo constantemente, y la gran profesionalidad de los equipos que son capaces de integrar muy distintos conocimientos en un solo objetivo.

¿Cuantos objetivos aparentemente imposibles podríamos abordar con un propósito semenjante?

Viajo a Perú, a conocer la experiencia de las Innova Schools

La semana del 10 al 15 de octubre viajo, con un equipo de Jesuïtes Educació,  a Lima (Perú) para conocer de primera mano la experiencia de las cerca de 25 escuelas de Innova Schools

Me apetece mucho conocer nuevas realidades innovadoras y nuevas experiencias de cambio educativo en nuevos entornos desconocidos para mí. Siempre podemos aprender de los demás y de su tareas y proyectos, pero después de los casi ocho años al frente del Horitzó 2020 y en línea con la nueva etapa personal y profesional de reflexión que he abierto, este viaje puede ser más interesante que nunca.

Tenemos muchas realidades y experiencias fuera de nuestro país de las que podemos aprender mucho. Podemos aprender de sus ideas e inspiraciones, de sus aciertos, y por qué no, también de sus errores. Y podemos contrastar con esta realidad y realización todas nuestras ideas, aciertos y errores. Y así avanzamos más, mejor y juntos. No podemos quedarnos encerrados en nuestra realidad y nuestro país.

De hecho, lo que he podido constatar en todos los viajes y visitas hechas fuera y recibidas en Barcelona, es que en todos los países del mundo, los gobiernos, las escuelas y la sociedad civil, están muy preocupados por la educación, por sus resultados (a veces en términos de resultados académicos, pero cada vez más a menudo en términos de resultados de educación integral de la persona) y sobre todo por su innovación y evolución futura.

Ya os contaré en una próxima entrada como ha ido la visita y que he visto, sentido y pensado.