¿Qué se necesita para realizar una evaluación y cuál es el resultado que nos aporta? (3)

Esta nueva entrada en nuestro blog la seguimos dedicando a la evaluación vinculada a la transformación educativa. Hoy, profundizaremos en la importancia de la evaluación en las instituciones educativas, destacando su papel no como un medidor de rendimiento (tal y como vimos en el primer post), sino como un catalizador para el cambio significativo y sostenible y la transformación de cualquier institución educativa, sea escuela, instituto o universidad.

Los componentes clave esenciales para realizar una evaluación de la innovación o el impacto son:

  1. Voluntad y propósito: El primer paso hacia una evaluación significativa, profunda y sostenible es la voluntad y el propósito, especialmente por parte de la dirección de la institución. La evaluación debe ser una decisión consciente y un compromiso para mejorar.
  2. Enmarcar la evaluación en el proceso de Innovación: La evaluación debe ser parte integral del proceso de innovación, transformación y cambio. Esto significa que no es un añadido, o una decisión de última hora, sino una pieza fundamental del proceso de mejora continua.
  3. Teoría para el Cambio – La hipótesis del método científico: Antes de evaluar, es crucial formalizar nuestras intenciones y objetivos. ¿Por qué y para qué estamos implementando estos cambios o innovaciones? ¿Qué impactos esperamos lograr? Esta formulación, que denominamos ‘Teoría para el Cambio’, es esencial, ya que actúa como hipótesis en un experimento científico. Sin una hipótesis clara, la evaluación pierde su sentido y dirección.

El informe final: un documento crucial y un compás para el futuro

La evaluación en educación es mucho más que la recopilación de datos y resultados. Es un espejo que refleja la realidad actual de nuestras prácticas educativas y un mapa que guía hacia futuras mejoras. Cuando evaluamos, no solo medimos o recogemos evidencias; también interpretamos los datos, identificamos áreas de éxito y aquellas que necesitan atención, y tomamos decisiones. Y todo ello queda reflejado en el informe final de cualquier acción evaluativa que realicemos.

El informe final de la evaluación es un documento crucial. No solo presenta el trabajo realizado y los datos recopilados, sino que también ofrece recomendaciones específicas y generales. Este informe debe contemplar tanto la comunicación interna como la externa de sus hallazgos, instando a la institución a desarrollar un plan de mejora y avance basado en los resultados.

En suma, vemos que fomentar una cultura de evaluación reflexiva dentro de una institución educativa que innova es esencial. Esto implica ir más allá de los procesos estándar de evaluación y adoptar un enfoque crítico, abierto y sostenible. Significa preguntarse continuamente: ¿Cómo podemos mejorar? ¿Qué podemos aprender de nuestros resultados y nuestros procesos? Esta cultura de interrogación y reflexión es fundamental para el crecimiento y la mejora continua. 

Finalmente, la evaluación nos aporta múltiples beneficios:

  • Reflexión profunda: Nos permite conectar con los motivos y objetivos iniciales de la innovación y el cambio que estaban detrás de nuestras acciones, reforzando la transformación en la perspectiva y cultura interna de la institución.
  • Avance y consolidación: Facilita el avance y la consolidación del camino hacia el cambio y la transformación educativa.
  • Seguimiento longitudinal: Permite un seguimiento a largo plazo de cohortes y grupos, ayudando a entender la evolución a lo largo del tiempo.
  • Enfoque en el impacto: Centra la atención en el impacto sobre el perfil del alumnado.
  • Diferenciación institucional: Posibilita distinguir a la institución de otras a través de la certificación externa de los resultados de la evaluación. Por ejemplo, no es lo mismo afirmar que nuestros alumnos son creativos y cooperativos que tener una certificación externa que valide estas competencias.

Para acabar, la evaluación en la educación no es un destino, sino un viaje continuo de descubrimiento, reflexión y mejora. Al adoptar un enfoque holístico y reflexivo de la evaluación, podemos garantizar que nuestras instituciones educativas no solo cumplan con los estándares de hoy, sino que también estén preparadas para los desafíos del mañana. Así, la evaluación se convierte en una parte integral de nuestro compromiso con una educación de calidad. ¿Hablamos de evaluar tus innovaciones?

¿Cómo evaluamos los procesos de transformación educativa que realizamos? (2)

En el marco de la metodología RIEDUSIS que ayuda a enfocar y llevar adelante la transformación integral de la institución educativa, distinguimos dos tipos básicos de evaluación.

Por una parte, la evaluación del perfil de salida del alumnado, que puede tener por objetivo conocer el perfil de egreso de nuestro estudiantado, esto es, cómo salen al acabar su período educativo en la institución educativa, o conocer el impacto que los dispositivos de innovación y cambio puestos en marcha han tenido en este perfil. Por ello llamamos genéricamente a este tipo de evaluación, EVALUACIÓN DE IMPACTO.

Esta es una evaluación muy importante para impulsar el cambio, ya que no tenemos un conocimiento claro (o casi ningún conocimiento, a parte de las notas académicas) del perfil humano de salida (o de lo que podemos denominar “soft skills” o competencias para la vida). Es decir, cómo son y se desempeñan en términos de valores, actitudes capacidades, habilidades y competencias.

Por otra parte, la puesta en marcha en aula de los dispositivos de innovación o experiencias avanzadas de cambio decididas y diseñadas por una institución educativa requiere también de una evaluación, de contrastar el diseño inicial con su ejecución real. Es lo que denominamos EVALUACIÓN DE PROCESO, que contrasta el diseño realizado con la efectiva implementación, identificando puntos fuertes y puntos débiles, así como posibles desviaciones, y proponiendo recomendaciones y propuestas específicas. 

Ambas evaluaciones son imprescindibles dentro de cualquier proceso de cambio educativo y se han de combinar en el tiempo, dentro del camino de la transformación, para tener información y contraste de los avances y resultados que vamos obteniendo. Entendemos la evaluación como la brújula que nos guía y proporciona de manera sistemática información para la toma de decisiones.

Para llevar a cabo ambos tipos de evaluaciones partimos de la hipótesis formulada por la institución (o le ayudamos a formalizarla), sus necesidades y objetivos y, mediante la acción combinada de un equipo interno de la institución y un equipo externo de consult coaches de reimagine education, utilizamos y combinamos métodos cuantitativos y cualitativos. 

El enfoque cuantitativo permite obtener medidas objetivas, mientras que los instrumentos de corte cualitativo pueden proporcionar una comprensión más profunda de las experiencias del estudiantado, profesorado, familias y entorno. Por ello, un enfoque mixto puede maximizar las ventajas de ambos, permitiéndonos una visión más profunda e integral de la innovación implementada o del impacto realizado en el perfil de salida del alumnado.

A modo de ilustración, los instrumentos cualitativos pueden ser: análisis de la documentación de la institución, focus group, entrevistas, observaciones, entre otros. Y, por su parte, las herramientas cuantitativas: encuestas, cuestionarios ya existentes o instrumentos específicos creados ad hoc para este tipo de evaluaciones.  Podemos contar con informantes clave como el alumnado, el profesorado, las familias, el equipo directivo, y las entidades del entorno o territorio. 

Las fases de realización que se consideran claves para todo tipo de evaluación son: planificación de la evaluación, ejecución y recogida de información, análisis de la información y elaboración del informe, devolución del informe, comunicación interna y propuesta de sugerencias y acciones de mejora. Aproximadamente, el tiempo de ejecución normal de cualquiera de ambas evaluaciones es de 3 meses, que, dependiendo de la agilidad y medida de la institución donde se efectúa, puede verse ampliada en algún mes más.

Seguiremos compartiendo más información y reflexión sobre la evaluación en un próximo post.