El desarrollo de competencias para la vida (competencias transversales o soft skills) aumenta el resultado académico de los estudiantes

A lo largo del año 2023 el equipo formado por Álex Escolà-Gascón (Departamento de Métodos Cuantitativos y Estadística, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, España) y Josep Gallifa Roca (Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna, Universidad Ramon Llull, Barcelona, España) y Reimagine Education, con financiación de la Fundació ”la Caixa”, desarrolló una investigación denominada Educating to be “Excellent People” and not only “Excellent Professionals”, de la que se pueden sacar algunas conclusiones muy interesantes para la educación. Esta investigación tenía por objetivo analizar la eficacia de las habilidades blandas (también denominadas soft skills, o, como acostumbramos a decir nosotros, competencias para la vida) como competencias transversales que permiten definir perfiles educativos del alumno relacionados con el éxito y excelencia del aprendizaje, así como proporcionar a las escuelas participantes una primera “fotografía” del perfil de salida de su alumnado.

En este post nos vamos a centrar en el primer objetivo y presentaremos y desarrollaremos el segundo objetivo en un post distinto.

El estudio, realizado entre marzo y octubre del año pasado, se basó en la evaluación de 1.878 estudiantes de 36 centros educativos de España y Portugal, usando el cuestionario SKILLS-in-ONE para medir las soft skills agrupadas en factores o modelos de persona.

El equipo formado por el Dr. Escolà-Gascón y el Dr. Gallifa Roca ideó la teoría de los estilos de persona o también estilos personales (de ahora en adelante, TEP) (2022). La TEP es el primer modelo psicológico que busca comprender y describir el funcionamiento integral de las soft skills en el ámbito educativo (Escolà-Gascón y Gallifa, 2022). Además, el equipo de Reimagine Education ha creado y trabaja con una metodología del camino de innovación y cambio de las instituciones educativas denominada RIEDUSIS. La TEP y la metodología RIEDUSIS son los dos pilares fundamentales del enfoque de la investigación realizada. La TEP, como modelo psicológico, permite caracterizar las soft skills demandadas, tanto en el ámbito educativo como empresarial, mientras que RIEDUSIS guía a las instituciones en su camino hacia la innovación y transformación educativa y centra la mirada en el perfil de salida que se desea educar (competencias transversales o soft skills).

En un mundo educativo en constante evolución, la importancia del desarrollo de las competencias para la vida del alumnado trasciende el conocimiento académico tradicional, tanto en la escuela como en la universidad, y se convierte en el núcleo de una educación innovadora y en cambio. En este panorama, la investigación realizada en colaboración entre ambos equipos, Reimagine Education y Álex Escolà-Gascón y Josep Gallifa Roca, ha arrojado luz sobre la importancia de definir, comprender, evaluar y poner en el centro de la mirada y del proyecto educativo el perfil de salida del alumnado.

Uno de los interesantes hallazgos de la investigación realizada con una amplia muestra de estudiantes, indica que, más allá del cociente intelectual o la memorización, ciertas habilidades blandas, como el pensamiento analítico, la creatividad y la empatía, tienen un impacto significativo en el rendimiento académico. Este descubrimiento abre la puerta a nuevas metodologías educativas que integren el desarrollo de estas habilidades como parte esencial del proceso de enseñar y aprender, lo que sugiere un cambio paradigmático en la educación hacia un enfoque más holístico y personalizado de aprendizaje centrado en el desarrollo de la persona.

El análisis demostró que las soft skills de tipo analítico predijeron hasta el 17,5 % de los aumentos de las calificaciones académicas. Este hallazgo subraya la relevancia de incorporar y fomentar las soft skills en la educación para obtener un desarrollo integral de la persona del alumno y mejorar la adaptación de los estudiantes a entornos vitales y profesionales complejos y dinámicos.

Las soft skills más demandadas por los centros de educación secundaria y superior permiten describir cinco estilos de persona: 1) el estilo transformador, 2) el colaborativo, 3) el comunicativo, 4) el analítico-crítico y 5) el resolutivo. Estos cinco estilos explican o representan el 64 % de la varianza del conjunto de las soft skills.

Este estudio destaca la trascendencia de las habilidades y competencias para la vida, más allá del mero aprendizaje académico. Se pone en relieve que educar a personas excelentes implica mucho más que la excelencia en el conocimiento; requiere de ambientes y dinámicas que fomenten el aprendizaje social e interactivo, como son las metodologías activas y otras iniciativas y metodologías avanzadas.

La TEP tiene la capacidad de explicar el 64 % del conjunto de las soft skills, siendo un modelo teórico válido científicamente y aplicable en el contexto educativo actual. No obstante, un 36 % de incertidumbre todavía permanece sin explicación, lo cual significa que habría otras variables educativas que podrían aportar y mejorar nuestra predicción de las competencias transversales. Probablemente habría un factor clave a tener en cuenta: el modelo educativo que cada centro establece para desarrollar e innovar en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Los elementos de un nuevo modelo educativo alineado con la identificación del perfil de salida del alumnado, podrían actuar como “puentes” o “bisagras” que moldearían e impulsarían las soft skills.

Una importante conclusión del estudio subraya la urgencia de clarificar y trabajar el perfil de salida en las instituciones educativas. Este perfil no solo debe conocerse y evaluarse, sino que debe ser la piedra angular sobre la cual se construya el proyecto educativo de cada centro, orientado hacia la innovación, el cambio y, sobre todo, hacia la formación de personas íntegras capaces de enfrentarse a los desafíos de un mundo en constante evolución. Asimismo, se debe considerar que, de acuerdo con el modelo educativo de cada centro o institución educativa, quizás los programas de intervención deben potenciar un estilo de persona por encima de otro y es sobre este punto sobre el que los educadores y centros educativos deben reflexionar.

En resumen, el proyecto Educating to be “Excellent People” and not only “Excellent Professionals” no solo ha proporcionado datos valiosos sobre las competencias y habilidades de los estudiantes al finalizar su etapa secundaria, sino que también ha reafirmado la importancia de una educación que vaya más allá del conocimiento académico, centrando su atención en el desarrollo de competencias para la vida. Este enfoque no solo es esencial para el crecimiento personal y profesional de los estudiantes, sino que también es crucial para su bienestar emocional y su capacidad para contribuir de manera significativa a la sociedad.

Avanzar hacia una educación basada en evidencias, que integre estas competencias esenciales, se convierte en un imperativo para formar ciudadanos capaces de contribuir significativamente a la sociedad y adaptarse a un mundo dinámico.

El equipo de Reimagine Education, en los últimos 4 años, hemos realizado 19 proyectos y evaluaciones distintas en 9 países de Europa y América latina, de los perfiles de salida, las innovaciones y modelos educativos y el impacto de todo ello en el alumnado. Si te parece interesante la investigación y deseas profundizar en la definición del perfil de salida de tu institución educativa, e incluso conocer cómo sale de tu institución hoy tu alumnado respecto a las denominadas competencias para la vida, ponte en contacto con nosotros y lo compartiremos.

Referencias

Escolà-Gascón, Á., & Gallifa, J. (2022). How to measure soft skills in the educational context: Psychometric properties of the skills-in-one questionnaire. Studies in Educational Evaluation, 74, 101155. https://doi.org/10.1016/j.stueduc.2022.101155

¿Qué se necesita para realizar una evaluación y cuál es el resultado que nos aporta? (3)

Esta nueva entrada en nuestro blog la seguimos dedicando a la evaluación vinculada a la transformación educativa. Hoy, profundizaremos en la importancia de la evaluación en las instituciones educativas, destacando su papel no como un medidor de rendimiento (tal y como vimos en el primer post), sino como un catalizador para el cambio significativo y sostenible y la transformación de cualquier institución educativa, sea escuela, instituto o universidad.

Los componentes clave esenciales para realizar una evaluación de la innovación o el impacto son:

  1. Voluntad y propósito: El primer paso hacia una evaluación significativa, profunda y sostenible es la voluntad y el propósito, especialmente por parte de la dirección de la institución. La evaluación debe ser una decisión consciente y un compromiso para mejorar.
  2. Enmarcar la evaluación en el proceso de Innovación: La evaluación debe ser parte integral del proceso de innovación, transformación y cambio. Esto significa que no es un añadido, o una decisión de última hora, sino una pieza fundamental del proceso de mejora continua.
  3. Teoría para el Cambio – La hipótesis del método científico: Antes de evaluar, es crucial formalizar nuestras intenciones y objetivos. ¿Por qué y para qué estamos implementando estos cambios o innovaciones? ¿Qué impactos esperamos lograr? Esta formulación, que denominamos ‘Teoría para el Cambio’, es esencial, ya que actúa como hipótesis en un experimento científico. Sin una hipótesis clara, la evaluación pierde su sentido y dirección.

El informe final: un documento crucial y un compás para el futuro

La evaluación en educación es mucho más que la recopilación de datos y resultados. Es un espejo que refleja la realidad actual de nuestras prácticas educativas y un mapa que guía hacia futuras mejoras. Cuando evaluamos, no solo medimos o recogemos evidencias; también interpretamos los datos, identificamos áreas de éxito y aquellas que necesitan atención, y tomamos decisiones. Y todo ello queda reflejado en el informe final de cualquier acción evaluativa que realicemos.

El informe final de la evaluación es un documento crucial. No solo presenta el trabajo realizado y los datos recopilados, sino que también ofrece recomendaciones específicas y generales. Este informe debe contemplar tanto la comunicación interna como la externa de sus hallazgos, instando a la institución a desarrollar un plan de mejora y avance basado en los resultados.

En suma, vemos que fomentar una cultura de evaluación reflexiva dentro de una institución educativa que innova es esencial. Esto implica ir más allá de los procesos estándar de evaluación y adoptar un enfoque crítico, abierto y sostenible. Significa preguntarse continuamente: ¿Cómo podemos mejorar? ¿Qué podemos aprender de nuestros resultados y nuestros procesos? Esta cultura de interrogación y reflexión es fundamental para el crecimiento y la mejora continua. 

Finalmente, la evaluación nos aporta múltiples beneficios:

  • Reflexión profunda: Nos permite conectar con los motivos y objetivos iniciales de la innovación y el cambio que estaban detrás de nuestras acciones, reforzando la transformación en la perspectiva y cultura interna de la institución.
  • Avance y consolidación: Facilita el avance y la consolidación del camino hacia el cambio y la transformación educativa.
  • Seguimiento longitudinal: Permite un seguimiento a largo plazo de cohortes y grupos, ayudando a entender la evolución a lo largo del tiempo.
  • Enfoque en el impacto: Centra la atención en el impacto sobre el perfil del alumnado.
  • Diferenciación institucional: Posibilita distinguir a la institución de otras a través de la certificación externa de los resultados de la evaluación. Por ejemplo, no es lo mismo afirmar que nuestros alumnos son creativos y cooperativos que tener una certificación externa que valide estas competencias.

Para acabar, la evaluación en la educación no es un destino, sino un viaje continuo de descubrimiento, reflexión y mejora. Al adoptar un enfoque holístico y reflexivo de la evaluación, podemos garantizar que nuestras instituciones educativas no solo cumplan con los estándares de hoy, sino que también estén preparadas para los desafíos del mañana. Así, la evaluación se convierte en una parte integral de nuestro compromiso con una educación de calidad. ¿Hablamos de evaluar tus innovaciones?

¿Cómo evaluamos los procesos de transformación educativa que realizamos? (2)

En el marco de la metodología RIEDUSIS que ayuda a enfocar y llevar adelante la transformación integral de la institución educativa, distinguimos dos tipos básicos de evaluación.

Por una parte, la evaluación del perfil de salida del alumnado, que puede tener por objetivo conocer el perfil de egreso de nuestro estudiantado, esto es, cómo salen al acabar su período educativo en la institución educativa, o conocer el impacto que los dispositivos de innovación y cambio puestos en marcha han tenido en este perfil. Por ello llamamos genéricamente a este tipo de evaluación, EVALUACIÓN DE IMPACTO.

Esta es una evaluación muy importante para impulsar el cambio, ya que no tenemos un conocimiento claro (o casi ningún conocimiento, a parte de las notas académicas) del perfil humano de salida (o de lo que podemos denominar “soft skills” o competencias para la vida). Es decir, cómo son y se desempeñan en términos de valores, actitudes capacidades, habilidades y competencias.

Por otra parte, la puesta en marcha en aula de los dispositivos de innovación o experiencias avanzadas de cambio decididas y diseñadas por una institución educativa requiere también de una evaluación, de contrastar el diseño inicial con su ejecución real. Es lo que denominamos EVALUACIÓN DE PROCESO, que contrasta el diseño realizado con la efectiva implementación, identificando puntos fuertes y puntos débiles, así como posibles desviaciones, y proponiendo recomendaciones y propuestas específicas. 

Ambas evaluaciones son imprescindibles dentro de cualquier proceso de cambio educativo y se han de combinar en el tiempo, dentro del camino de la transformación, para tener información y contraste de los avances y resultados que vamos obteniendo. Entendemos la evaluación como la brújula que nos guía y proporciona de manera sistemática información para la toma de decisiones.

Para llevar a cabo ambos tipos de evaluaciones partimos de la hipótesis formulada por la institución (o le ayudamos a formalizarla), sus necesidades y objetivos y, mediante la acción combinada de un equipo interno de la institución y un equipo externo de consult coaches de reimagine education, utilizamos y combinamos métodos cuantitativos y cualitativos. 

El enfoque cuantitativo permite obtener medidas objetivas, mientras que los instrumentos de corte cualitativo pueden proporcionar una comprensión más profunda de las experiencias del estudiantado, profesorado, familias y entorno. Por ello, un enfoque mixto puede maximizar las ventajas de ambos, permitiéndonos una visión más profunda e integral de la innovación implementada o del impacto realizado en el perfil de salida del alumnado.

A modo de ilustración, los instrumentos cualitativos pueden ser: análisis de la documentación de la institución, focus group, entrevistas, observaciones, entre otros. Y, por su parte, las herramientas cuantitativas: encuestas, cuestionarios ya existentes o instrumentos específicos creados ad hoc para este tipo de evaluaciones.  Podemos contar con informantes clave como el alumnado, el profesorado, las familias, el equipo directivo, y las entidades del entorno o territorio. 

Las fases de realización que se consideran claves para todo tipo de evaluación son: planificación de la evaluación, ejecución y recogida de información, análisis de la información y elaboración del informe, devolución del informe, comunicación interna y propuesta de sugerencias y acciones de mejora. Aproximadamente, el tiempo de ejecución normal de cualquiera de ambas evaluaciones es de 3 meses, que, dependiendo de la agilidad y medida de la institución donde se efectúa, puede verse ampliada en algún mes más.

Seguiremos compartiendo más información y reflexión sobre la evaluación en un próximo post.

¿Por qué es necesaria la evaluación en el camino de la transformación educativa?

 

Con este post abrimos una nueva serie de reflexiones sobre el papel trascendental de la evaluación en el camino del cambio y transformación educativa. Sobre este tema ya hemos escrito en otros momentos en este blog, señalando aspectos significativos: 

Desde entonces hemos avanzado mucho, realizando en estos últimos años más de 22 evaluaciones distintas (13 de proceso, 4 de impacto y 5 de innovaciones y modelos educativos) en más de 12 países y acumulando, por tanto, una excepcional experiencia en este campo.

Por ello, hace pocos meses, en agosto de 2023, iniciamos esta nueva serie de reflexiones con el post La evaluación de la innovación educativa: una necesidad y un faro para la transformación donde explicábamos que evaluar las innovaciones se convertía en la piedra angular del proceso cambio.

Profundizando en lo comentado anteriormente, es importante remarcar que, en nuestro caso, cuando hablamos de evaluación, no hablamos de evaluar al alumnado, evaluar al docente, evaluar una actividad realizada (es decir, recoger las opiniones de los participantes), ni tampoco de realizar una evaluación en el marco de un entorno o proyecto de calidad (EFQM o ISO), evaluar políticas educativas públicas o hacer evaluaciones del sistema educativo (tipo PISA). Este tipo de evaluaciones son importantes, pero nosotros hablamos de otro tipo de evaluaciones y en otro marco.

Antes de explicar nuestro marco de evaluación, es importante presentar dos elementos que son una pieza fundamental de la metodología de cambio holístico institucional creada por nosotros y denominada REIDUSIS:

En reimagine education planteamos evaluar el perfil de salida del alumnado, y evaluar también los dispositivos de innovación y cambio implementados, y lo hacemos tanto para escuelas (en todos sus niveles) como para universidades (en todos sus programas).

La evaluación que ofrecemos se relaciona directamente con el método científico o, lo que es lo mismo, con lo que se denomina educación basada en evidencias. Y se entrelaza también con la mejora y evolución de la educación en todos sus niveles, que nosotros denominamos mejora continua.

Tanto en la escuela como en la universidad explicamos el método científico, lo practicamos en los laboratorios, en las investigaciones y proyectos, y lo evaluamos muchas veces mediante exámenes. Pero en los procesos de innovación y cambio no siempre lo aplicamos… Para nosotros, es IMPRESCINDIBLE utilizar el método científico en el proceso de innovación y cambio, y, por tanto, tener evidencias de nuestros avances y resultados.

Los cambios, las transformaciones, las innovaciones, no pueden ni deben ser solamente productos de nuestra intuición o resultado de modas y tendencias. Deben tener unas hipótesis de partida, una formalización clara de intenciones y objetivos, y deben ser evaluados periódicamente.

Las innovaciones en las escuelas y universidades requieren evaluación para asegurar su pertinencia, efectividad y relevancia. Es crucial determinar si realmente están mejorando el aprendizaje y la experiencia educativa del alumnado. La evaluación permite a las instituciones educativas ajustar o redirigir sus esfuerzos, garantizando que los recursos se utilicen de la manera más eficiente posible.

Además, la evaluación proporciona un marco de responsabilidad y transparencia. Las instituciones educativas son responsables no solo ante sus estudiantes y personal, sino también ante la sociedad. Al evaluar las innovaciones, las escuelas y universidades pueden demostrar que están tomando decisiones basadas en evidencia y comprometidas con la mejora continua, lo cual permite aprender de los hallazgos encontrados.

De hecho, esta debe ser la verdadera mejora continua. Es decir, nuestros modelos educativos no pueden permanecer estancados, han de evolucionar de forma permanente y sostenible en el tiempo en base a formulaciones y evaluaciones basadas en evidencias. 

Esta es la verdadera reimaginación de la educación ya que implica reflexión, formulación, mirada a medio y largo plazo, objetivos, análisis, revisión…y, sobre todo, evaluación.

 

La evaluación de la innovación educativa: una necesidad y un faro para la transformación

La evaluación se convierte en el motor de la mejora y el contraste permanente de nuestras iniciativas de innovación y cambio, informándonos sobre los avances a reforzar y los cambios necesarios. El proceso de evaluación se asemeja a un viaje en el mar, lleno de desafíos y oportunidades de crecimiento. En suma, la evaluación deviene la llave para el progreso, cambio y transformación de cualquier institución educativa.

 

Imagina que has estado navegando en aguas desconocidas durante años, introduciendo innovaciones transformadoras en tu institución educativa. Ahora, sientes la necesidad de emprender una evaluación externa para comprender el impacto generado y escuchar las voces de los protagonistas: del alumnado, el profesorado y las familias. Es momento de iluminar el camino recorrido y vislumbrar el rumbo futuro.

 

La evaluación se erige, así, como la piedra angular para lograr una transformación sostenible y duradera en el tiempo. Siguiendo un ciclo de reflexión, acción, evaluación y ampliación, podemos impulsar un proceso de cambio profundo. Similar a un faro que destella en la oscuridad, la evaluación nos permite identificar puntos fuertes y áreas de mejora en el diseño original, a medida que se materializa en el aula.

 

Apostar por las evaluaciones de las innovaciones educativas en la institución, permite obtener retroalimentación para la toma de decisiones, identificar buenas prácticas, fomentar la participación de la comunidad educativa y optimizar los recursos disponibles, entre muchos otros beneficios más.

 

El equipo de reimagine.education ha creado la metodología del camino de la transformación educativa de una institución denominada RIEDUSIS. Una pieza esencial de esta metodología es la evaluación. Hemos definido dos tipos de evaluación que se entrelazan en su propósito. Por un lado, la evaluación de proceso, que es aconsejable realizar dentro del primer año de implementación de una innovación, actúa como brújula, contrastando el diseño inicial con su implementación efectiva. Nos permite visualizar desviaciones y consolidar los aspectos destacados, asegurando que la dirección o el rumbo trazado esté alineado con nuestras metas.

 

Por otro lado, la evaluación de impacto, que se asemeja a una exploración de las profundidades marinas. Proponemos realizarla al menos dos años después de la implementación de la innovación o prototipo en el aula, y busca medir el verdadero efecto o impacto conseguido en los alumnos y las alumnas de acuerdo con el perfil de salida definido anteriormente como objetivo. Aquí, examinamos si nuestras hipótesis iniciales se han cumplido y si nuestros diseños han generado el impacto deseado. A partir de estos hallazgos, podemos ajustar nuestras velas y orientar nuestros esfuerzos hacia las áreas que necesitan cambios y mejoras.

 

En cada ola de evaluaciones, una nueva marea cultural arraiga en la institución educativa. Más que transformar solo los cimientos físicos o las metodologías de aula, buscamos una verdadera evolución y cambio en la mirada de las personas y en la cultura de la organización. Como el mar esculpe la costa con paciencia y constancia, la evaluación continua moldea el centro educativo hacia una institución que aprende, mejora y avanza en el tiempo.

 

Con todo este viaje, observamos que la evaluación de cualquier innovación educativa se alza como un faro de conocimiento en medio de un vasto océano. A través de sus luces, podemos consolidar lo realizado y trazar nuevas rutas hacia una educación más significativa, profunda y transformadora. Vemos, pues, la importancia de la evaluación, puesto que además de informarnos sobre el impacto de nuestras acciones, nos impulsa a abrazar el cambio, a ser una organización que aprende y evoluciona constantemente. Así, navegaremos hacia un futuro educativo más prometedor, guiados por la sabiduría que emana de la evaluación continua y reflexiva.

 

En los últimos años, el equipo de reimagine.education ha realizado más de 20 evaluaciones de innovaciones educativas implementadas en todos niveles de las instituciones educativas (escolares y universitarias) en más de diez países distintos de Europa y América, acumulando una gran experiencia en este campo. ¿Te animas a realizar con nosotros la evaluación de tu innovación?

Primera preevaluación de impacto en Arizmendi Ikastola

Hace unos meses, te explicamos en este mismo espacio por qué y cómo evaluar las iniciativas y prototipos de transformación y cambio que llevan a cabo las escuelas y universidades para asegurar los procesos de transformación educativa en el marco de la metodología RIEDUSIS. En esta ocasión, te queremos contar una experiencia concreta de preevaluación de impacto de una de las escuelas a las que acompañamos en su proceso de transformación: Arizmendi Ikastola.

Arizmendi Ikastola es la ikastola (escuela cooperativa del País Vasco donde se imparte la enseñanza en euskera) más grande de Euskadi, creada en 2003 por integración de ikastolas preexistentes, y que ofrece todas las etapas educativas, desde infantil hasta Formación Profesional o Bachillerato. Con un marcado carácter innovador, desarrollan su propuesta educativa en el marco de la pedagogía de la confianza, y utilizan la metodología RIEDUSIS para vehicular su proceso de transformación y cambio.

Desde 2017, en Reimagine Education hemos tenido la oportunidad de acompañarlos en su proceso de transformación, que se consolidará con la implementación de una experiencia avanzada de cambio denominada BATU. Este prototipo agrupa los cursos de 5.º y 6.º de primaria y 1.º y 2.º de ESO, y actualmente está en proceso de desarrollo, producción y experimentación. En este marco, se ha desarrollado una preevaluación de impacto en dos de sus experiencias anteriores de innovación y cambio, diseñadas e implementadas en las etapas de infantil y Bachillerato, con dos objetivos:

  • Avanzar en la práctica de la medición del impacto de cara a llevar a cabo la primera ola de evaluación de impacto en BATU, de acuerdo con la metodología RIEDUSIS.
  • Obtener información que permita seguir avanzando en la implementación y consolidación de las experiencias de innovación y cambio de infantil y Bachillerato.

Para diseñar y ejecutar la evaluación centrada en los rasgos del modelo de persona que ha definido la ikastola, se ha contado con la participación de un grupo de investigación de la Universidad Ramon Llull, dos grupos de investigación de la Universidad de Mondragón y el equipo de Reimagine Education. Además, mediante la colaboración de la Federación de Ikastolas, se ha dispuesto de la colaboración de tres ikastolas, que han actuado como centros de contraste. Así, finalmente, en el despliegue de esta preevaluación han participado más de 300 alumnos y alumnas de infantil y Bachillerato, 40 docentes y 130 familias.

Los rasgos evaluados en Arizmendi Ikastola han sido:

  • INFANTIL: Cooperativa-autogestionaria, euskaldun, con solidez interior y creativa.
  • BACHILLERATO: Transformadora, analítica-crítica, cooperativa- autogestionaria y euskaldun.

La experiencia de preevaluación de impacto de las dos iniciativas innovadoras de la ikastola (infantil y Bachillerato), que dirige y coordina el equipo de Reimagine Education, ha sido muy interesante, y los resultados, en línea de los objetivos deseados. Así, de acuerdo con los objetivos planteados, se han obtenido aprendizajes e instrumentos relevantes para la próxima evaluación de impacto del prototipo BATU, así como indicaciones y recomendaciones para seguir avanzando en el desarrollo y consolidación de las experiencias evaluadas.

Como ves, poco a poco, vamos avanzando en nuevas formas de evaluar las iniciativas de transformación educativa y aproximándonos a disponer de nuevas herramientas de guía para la mejora y el cambio. Seguiremos hablando de evaluaciones y preevaluaciones de impacto en próximos posts.

Iniciamos un curso excepcional

Estrenamos otro mes de septiembre y con él, un nuevo curso escolar en muchos calendarios, que este año, ha tenido, está teniendo y tendrá unas circunstancias excepcionales en todo el mundo, y donde la incertidumbre será uno de los elementos más presentes.

El equipo de consultcoaches de Reimagine Education Lab estamos convencidos de que, más allá de las dificultades de todo tipo que se nos presentan, este es un momento clave de la educación, y una oportunidad muy grande para avanzar, más allá de todas las acciones e innovaciones que ya hemos hecho, hacia una profunda transformación de la escuela y la universidad.

Por nuestra parte ya estamos preparados y trabajando con muchas instituciones, poniendo a vuestra disposición nuestra metodología de transformación profunda (RIEDUSIS), y nuestra ayuda y acompañamiento. Y para haceros llegar nuestra energía e ilusión, queremos explicaros las dos iniciativas más estimulantes que tenemos entre manos: el LABoratorio educativo y las evaluaciones de impacto.

LABoratorio educativo

El LABoratori educativo es un proyecto para crecer juntos, con todos los que queráis participar: La semilla viene del LAB de Reimagine Education Lab, que nos evoca nuestra vocación de experimentación, análisis, construcción colectiva y creación permanente dentro del proceso de transformación profunda de las instituciones educativas.

Pusimos en marcha el proyecto a raíz de la campaña #EsHoraDeTransformar que lanzamos el mes de abril de este año, donde realizamos 5 webinars gratuitos sobre educación y crisis del coronavirus (puedes ver las grabaciones en este enlace). Tras los webinars, estamos pidiendo que nos haga llegar experiencias personales, de equipo o institucionales que le hayamos inspirado mediante ideas, metodologías, herramientas o propuestas de nuestros post o webinars. Varias personas e instituciones ya nos han hecho llegar sus experiencias y en breve empezaremos a trabajar juntos y publicarlas en este blog. Mientras tanto, todos aquellos que os queráis sumar, será muy bienvenidos: para participar, sólo tiene que pulsar este enlace.

Llamamiento a expertos en evaluación

En estos momentos, en Reimagine Education Lab afrontamos el reto de evaluar en diferentes escuelas y universidades el impacto que la implementación de los diferentes prototipos está teniendo en el alumnado. Por eso buscamos a personas o equipos, grupos de expertos (consultorías) o grupos de investigación de universidades, fundaciones y/o institutos de investigación que quieran entrar en contacto y poner su experiencia al servicio de esta oportunidad para llevar a cabo juntos el proceso de evaluación de impacto en el alumnado de diversas Instituciones.

Esta colaboración puede ser una extraordinaria oportunidad de colaboración, investigación e intercambio de conocimiento, y se puede concretar, dependiendo de cada caso, aportando la experiencia y las herramientas creadas y desarrolladas más idóneas para capturar información de los impactos definidos (cuestionarios o escalas validadas, etc.), o bien los soportes y canales para hacer un despliegue efectivo de las mismas (aplicaciones de móviles, software específico, etc.).

Si te interesa, encontrarás todos los detalles de la propuesta y cómo presentarte en este enlace. Si tienes cualquier duda o comentario nos puedes escribir a: evaluacionimpacto@riedulab.net.

Llamamiento a grupos expertos para realizar evaluaciones de impacto

Reimagine Education Lab, la consultora educativa dirigida por Xavier Aragay, busca expertos que quieran llevar a cabo un proceso conjunto de evaluación de impacto en el alumnado de diversas instituciones. A continuación desgranamos nuestra propuesta. 

Reimaginamos la educación en el mundo

En Reimagine Education Lab acompañamos instituciones educativas, ya sean escuelas, redes de escuelas o universidades a desarrollar un proceso de transformación profunda e integral mediante una metodología pròpia, original y contrastada. Nuestra metodología se inspira en los modelos lógicos provenientes de las intervenciones sociales, los modelos de calidad o de evaluación de las políticas públicas; y va más allá de un cambio técnico, implica un cambio de mirada centrada en la persona que afecta a toda la institución y a todos los ámbitos: metodológico, organizativo, de espacios, personal, cultural

Es un proceso largo que tiene en cuenta desde el perfil de persona a educar (concretado en impactos) y la elaboración de un marco general para reformular el proceso de enseñar y aprender (teoría para el cambio), hasta a la creación de una experiencia avanzada de cambio o prototipo que permita a las instituciones educativas de transformarse y aprender haciendo. La evaluación (de proceso y de impacto), juega un papel imprescindible en el proceso de mejora y, sobre todo, en el camino de consolidación de los prototipos de transformación y su progresiva ampliación al resto de la institución.

Te proponemos evaluar juntos

En estos momentos, en Reimagine Education Lab afrontamos el reto de evaluar en diferentes escuelas y universidades el impacto que la implementación de los diferentes prototipos está teniendo en el alumnado. Por eso buscamos a personas o equipos, grupos de expertos (consultorías) o grupos de investigación de universidades, fundaciones y/o institutos de investigación que quieran entrar en contacto y poner su experiencia al servicio de esta oportunidad para llevar a cabo juntos el proceso de evaluación de impacto en el alumnado de diversas Instituciones.

Esta colaboración puede ser una extraordinaria oportunidad de colaboración, investigación e intercambio de conocimiento, y se puede concretar, dependiendo de cada caso, aportando la experiencia y las herramientas creadas y desarrolladas más idóneas para capturar información de los impactos definidos (cuestionarios o escalas validadas, etc.), o bien los soportes y canales para hacer un despliegue efectivo de las mismas (aplicaciones de móviles, software específico, etc.).

Si te interesa, encontrarás todos los detalles de la propuesta y cómo presentarte en este enlace. Si tienes cualquier duda o comentario nos puedes escribir a: evaluacionimpacto@riedulab.net.

Un interesante servicio de apoyo a las escuelas para la mejora de la educación

Hace unas semanas tuve la oportunidad de realizar una conferencia en la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad Católica de Portugal que tiene su sede en Oporto.

No conocía esta universidad ni esta facultad, pero más allá de los grados y másteres que ofrecen, entre los que destaco por su interés específico el posgrado en evaluación de escuelas y proyectos de mejora, me sorprendió gratamente la relación capilar con las escuelas e instituciones educativas de su entorno. Y ello, no solamente se expresó, el día de mi conferencia, en una sala repleta de maestros y profesores ávidos de conocer experiencias y propuestas de cambio profundo, elemento ya de por sí interesante, sino, sobre todo, por la existencia del SAME, Serviço de Apoio à Melhoria da Educaçâo.

El SAME es una estructura de la Facultad, creada en el año 2008, que tiene por objetivo proporcionar asesoramiento científico y pedagógico a las escuelas y grupos educativos en los campos de la organización, la pedagogía, la evaluación y la formación con el fin de mejorar las condiciones de los procesos y resultados educativos, tanto académicos como sociales y personales, de los alumnos. Este servicio también realiza estudios de diagnóstico y evaluación educativa.

La misión del SAME es capacitar a las escuelas y grupos para llevar a cabo prácticas educativas más coherentes y sustentadas, y para la concepción, realización y evaluación de prácticas innovadoras y de mejora en el ámbito organizativo y pedagógico. Al mismo tiempo, se pretende producir un nuevo conocimiento resultante de la articulación de la teoría con la práctica y la realidad.

El SAME se organiza en equipos flexibles y reconfigurables según los proyectos, y estos equipos pueden estar integrados por docentes de la facultad, doctorandos y profesores e investigadores invitados.

La reflexión y metareflexión sobre las prácticas educativas de los equipos docentes y la evaluación de los resultados que obtienen, el impulso de la revisión y la gestión integrada de los currículums para la creación de áreas interdisciplinarias en los centros, la agrupación flexible de los alumnos y los profesores en equipos de trabajo integrados que van más allá de la monodocencia, la implementación de dinámicas educativas más activas en el aula, son algunos ejemplos de las buenas prácticas y realizaciones del SAME en las escuelas.

Conocer y tener una experiencia directa y cercana de un nuevo tipo de relación entre las escuelas y los centros educativos y la universidad ha resultado muy interesante y desafiador. Es evidente que ambas instituciones, estructuras, procesos y resultados ganan mucho trabajando juntos, y que se genera un nuevo y fecundo conocimiento integrado. Ojalá otras facultades de educación avancen por este camino e intensifiquen su relación y servicio con las escuelas de su entorno.

Evaluación de impacto en la innovación educativa

Cuando hace dos años y medio, después de cerca de cinco años de preparar el terreno, en el marco del HORITZÓ 2020 de la red de escuelas de Jesuïtes Educació, pusimos en marcha la innovación disruptiva de la experiencia piloto de la NEI (Nueva Etapa Intermedia), nos comprometimos públicamente a hacer una evaluación externa del impacto producido en los alumnos por los cambios educativos realizados. Y esto es lo que hemos presentado hoy después de un intenso trabajo de un par de años.

El elemento clave es que en el mismo momento en que diseñábamos la innovación de la NEI pusimos en marcha los mecanismos para evaluarla. Así, en primer lugar, al acabar el primer curso de la NEI, realizamos, con medios internos, la evaluación del proceso. En este caso se trataba de observar y evaluar si el diseño que habíamos realizado sobre el papel se había trasladado a la realidad del aula. De esta evaluación se hizo el correspondiente informe, que incorporaba una serie de observaciones y recomendaciones de mejora para el equipo directivo de la NEI. Estas mejoras se implementaron con el correspondiente plan de mejora.

Posteriormente, al terminar el segundo curso de la NEI, pusimos en marcha la primera ola de evaluación de impacto (habrá que realizar más) producido en los alumnos, y hoy hemos explicado cuáles han sido los resultados, y este es el informe final que ponemos a disposición de todos los educadores e investigadores interesados. También hemos publicado el cuaderno número 9 de la colección Transformando la Educación, como divulgación más amplia de esta evaluación de impacto (de momento está solamente en catalán; próximamente estará en español y en inglés). Esta evaluación ha sido llevada a cabo por grupos de investigación externos (Barcelona, Chicago y Buenos Aires) según una metodología específica, y ha sido dirigida por mí y coordinada por el nodo de innovación de la red (llamado CETEI), que es también quien ha realizado el informe final.

Los resultados más interesantes que se han derivado de esta primera ola de evaluación de impacto han sido en relación con la mejora del clima del aula (que tiene una importancia capital para la mejora del aprendizaje y la educación) con una clara mejora de la creatividad de los alumnos y el cambio de su marco mental respecto al trabajo en quipo y a su forma de aprender (más claramente colaborador). A la vez, se constata que el descentramiento del rol del profesor ha atribuido poder al alumno y le ha aportado un aumento de autonomía así como un vínculo más estrecho de los alumnos con los docentes y también entre ellos. Y se sabe que si mejora el vínculo, sin duda mejoran la educación y el aprendizaje. Y todo ello manteniendo los buenos resultados académicos que estos alumnos tenían antes de haber comenzado la innovación.

Para llevar a cabo esta evaluación hemos diseñado un modelo lógico que nos ha dado una metodología global para el diseño, la planificación, la observación y la evaluación de las innovaciones introducidas de acuerdo con el modelo de persona que nos proponíamos educar. Además, la implantación progresiva de las innovaciones en las distintas escuelas de la red nos ha permitido hacer un estudio casi experimental y contar con un grupo de intervención y otro de comparación, lo que da más robustez a los resultados y que en conjunto lo sitúa como una importante novedad en el panorama educativo tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

Es evidente que la sistemática de la evaluación de impacto no ha hecho más que empezar y que esta primera ola de evaluación tiene importantes limitaciones (entre ellas, el hecho de que los alumnos sólo han realizado dos cursos de los cuatro que prevé la NEI), pero las opiniones recogidas en el proceso de evaluación de alumnos, familias y docentes confirman también una valoración positiva respecto al crecimiento personal y al proyecto vital de los miembros de la comunidad educativa. Evidentemente, también se recogen una serie de alertas y recomendaciones dirigidas al equipo directivo de la NEI (muy útiles para el proceso de calibrado y mejora de la innovación) y treinta recomendaciones más vinculadas a las próximas olas de evaluación (fiabilidad de los registros, mejora de las herramientas usadas y futura potencialidad de nuevas herramientas).

No hay bastante con sensaciones, intuiciones, opiniones cuando ponemos en marcha innovaciones en el proceso de enseñanza y de aprendizaje en nuestras escuelas. Es preciso, con base científica, calificar, cuantificar y contrastar los progresos, sobre todo en cuanto al modelo de persona que queremos educar y a su impacto (o no) sobre los alumnos. Esta debe ser nuestra fortaleza, porque la evaluación debe ser el verdadero motor de la mejora y transformación educativa, y el instrumento fundamental para reimaginar nuestra educación.

Xavier Aragay i Tusell
Director de la evaluación de la experiencia piloto de la NEI