¿Cómo construir una nueva estrategia de transformación?
Como ya explicamos en un artículo anterior sobre la metodología RIEDUSIS, una vez establecida una buena teoría para el cambio que incorpore de dónde venimos y hacia dónde queremos ir como institución, que explique claramente por qué y para qué queremos ir más allá de lo que hemos hecho hasta ahora y que dibuje un primer esbozo del sueño que perseguimos como comunidad educativa con el perfil de salida del alumnado como base, estamos preparados para dar el siguiente paso: construir una nueva estrategia de transformación.
¿Cómo replantearnos nuestra estrategia de cambio y adaptarla al nuevo mundo que estamos viviendo?
Tenemos que ver este momento histórico, en el que el mundo avanza a trompicones que nos desmontan los marcos mentales anteriores y que nos obligan a responder de otra forma y adaptar nuestra actividad educativa y organización, como una oportunidad. Una oportunidad para replantearnos, también, nuestro mapa e itinerario de transformación y cambio.
Probablemente, en los últimos años, y especialmente antes de la crisis de la COVID-19, hemos avanzado a base de iniciativas de innovación distribuidas en toda la institución y que se abrían paso a la vez. Podemos denominar este conjunto de innovaciones ya implementadas, o en curso, como microexperiencias de innovación. Estas experiencias de innovación nos han exigido mucho esfuerzo y energía, y han significado, en sí mismas, un buen entrenamiento. Sin embargo, la sensación es ambivalente, ya que, por un lado, somos conscientes de que este conjunto de innovaciones, por sí solas, de forma acumulativa, no nos van a llevar a la transformación que necesitamos. Pero, por otro lado, si estamos donde estamos, es, en parte, por el aprendizaje y la flexibilidad que estas mismas microexperiencias nos han aportado.
Y, entonces, ¿cómo lo hacemos para seguir avanzando en la innovación y el cambio? Necesitamos una estrategia de cambio distinta.
¿Qué herramientas necesitamos para construir una nueva estrategia de transformación?
Con la profundidad que queremos transformar el proceso de enseñar y aprender y el conjunto de la institución, va a ser imposible transformar de golpe y de forma simultánea toda nuestra institución en todos sus cursos o ciclos. Ahora que ya hemos visto el esfuerzo que conlleva implantar algunas innovaciones, nos damos cuenta de que no hay energía ni capacidad instalada suficientes en el interior de nuestra institución para hacer el cambio de una vez.
Nace así el concepto de implementar experiencias avanzadas de cambio en algunas partes de nuestra institución (en dos cursos, un ciclo o una etapa) o iniciativas transversales (IT) dirigidas a toda la institución educativa en lo que respecta a una innovación o aspecto o proyecto en concreto.
Podemos definir una experiencia avanzada de cambio (EAC) como un proyecto de transformación profunda e integral de uno o dos cursos (etapas o ciclos) en el que incorporamos todos los elementos de cambio con los que soñamos. Es una herramienta que nos permite transformar la institución por partes para que sea sostenible y podamos aprender haciendo. Una EAC se estructura mediante el diseño, el desarrollo y la producción de los elementos necesarios para que se pueda llevar a cabo, capitalizando todas las innovaciones que ya hemos implementado hasta ahora, pero buscando dar un salto importante.
Por otra parte, consideramos la iniciativa transversal (IT) como un proyecto de transformación profunda e integral longitudinal (de varios cursos o etapas o, incluso, de toda la institución) basada en la incorporación de una nueva actividad o experiencia en todos o en parte de los años y cursos. Esta nueva actividad o experiencia (por ejemplo, un replanteamiento profundo de la tutoría a todos los niveles o un proyecto lector coherente) se plantea de forma coordinada y tiene elementos tractores de cambios identificables y específicos.
Esta nueva forma de avanzar es lo que denominamos nueva estrategia de cambio, y es lo que nos permite afrontar la transformación de la institución educativa de forma distinta y más profunda, en un ciclo de reflexión-acción-evaluación-ampliación que explicaremos en futuros artículos en los que seguiremos contando los elementos básicos de nuestra metodología RIEDUSIS, y en los que también veremos que la evaluación de estas EAC o IT es una pieza fundamental.
¿Cómo debemos avanzar una vez planteada una nueva estrategia de transformación?
La piedra angular sobre la que descansa el proceso de transformación y cambio de nuestra institución es la participación de la comunidad educativa. Las transformaciones profundas requieren de la implicación de todos los miembros de la comunidad educativa en procesos participativos que generen inspiración y sueño. Se trata de implicar a docentes, estudiantes, familias y entorno en el tipo de institución educativa que queremos construir, entre todos y todas, en esta década. Es una forma muy hermosa de construir un sueño colectivo. El proceso de participación es, pues, una herramienta que nos permite generar nuevos horizontes compartidos de sueño e ilusión, que quizás la crisis de la COVID-19 que hemos atravesado ha diluido o hecho desaparecer.
Para ello, va a ser muy importante comunicar. Comunicar con todos los actores de la comunidad educativa, y comunicar con el conjunto de la sociedad y el territorio a los que pertenecemos. Nuestra comunicación debe cambiar (ya no se trata solamente de informar) y plantearse como una arma con gran capacidad de movilización y participación para construir lo que denominamos una coalición para el cambio. Se trata de crear un estado de opinión interna y externa favorable e implicada, a todos los niveles, que nos permita diseñar, desarrollar, producir e implementar iniciativas de cambio.
Hay que comunicar que nos movemos, que avanzamos en la transformación educativa, que vamos a ir más allá de lo que hemos hecho hasta ahora aprovechando todos los resortes y todas las posibilidades que tengamos, y que lo vamos a hacer todos juntos.
Y para ello vamos a necesitar un relato. Planteamos el relato como una herramienta de comunicación que explica de forma sencilla y convincente el desafío que representa el proceso de transformación educativa que planteamos. El relato es fundamental para motivar la capacidad como comunidad educativa de afrontar satisfactoriamente la transformación que queremos conseguir, y es la antesala de la implicación y el compromiso necesarios para superar el reto común.
El relato debe presentar las propuestas concretas para llevar a cabo la transformación con la que soñamos. El lenguaje del relato debe ser claro, directo y convincente para enamorar y movilizar hacia la acción. Normalmente se deduce y se redacta a partir de la teoría para el cambio e integra la nueva estrategia de transformación; es una herramienta potente que debemos construir.
La comunicación y el relato se convierten, de esta forma, en el marco general de un proceso de participación de la comunidad educativa que busca definir un sueño común, nuevo y distinto, de la educación que llevamos a cabo y ofrecemos en nuestra institución.
Soñar con una nueva educación, escolar o universitaria, es fundamental para transformar nuestra institución… y el mundo. ¿Te atreves?
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