La evaluación de la innovación educativa: una necesidad y un faro para la transformación

La evaluación se convierte en el motor de la mejora y el contraste permanente de nuestras iniciativas de innovación y cambio, informándonos sobre los avances a reforzar y los cambios necesarios. El proceso de evaluación se asemeja a un viaje en el mar, lleno de desafíos y oportunidades de crecimiento. En suma, la evaluación deviene la llave para el progreso, cambio y transformación de cualquier institución educativa.

 

Imagina que has estado navegando en aguas desconocidas durante años, introduciendo innovaciones transformadoras en tu institución educativa. Ahora, sientes la necesidad de emprender una evaluación externa para comprender el impacto generado y escuchar las voces de los protagonistas: del alumnado, el profesorado y las familias. Es momento de iluminar el camino recorrido y vislumbrar el rumbo futuro.

 

La evaluación se erige, así, como la piedra angular para lograr una transformación sostenible y duradera en el tiempo. Siguiendo un ciclo de reflexión, acción, evaluación y ampliación, podemos impulsar un proceso de cambio profundo. Similar a un faro que destella en la oscuridad, la evaluación nos permite identificar puntos fuertes y áreas de mejora en el diseño original, a medida que se materializa en el aula.

 

Apostar por las evaluaciones de las innovaciones educativas en la institución, permite obtener retroalimentación para la toma de decisiones, identificar buenas prácticas, fomentar la participación de la comunidad educativa y optimizar los recursos disponibles, entre muchos otros beneficios más.

 

El equipo de reimagine.education ha creado la metodología del camino de la transformación educativa de una institución denominada RIEDUSIS. Una pieza esencial de esta metodología es la evaluación. Hemos definido dos tipos de evaluación que se entrelazan en su propósito. Por un lado, la evaluación de proceso, que es aconsejable realizar dentro del primer año de implementación de una innovación, actúa como brújula, contrastando el diseño inicial con su implementación efectiva. Nos permite visualizar desviaciones y consolidar los aspectos destacados, asegurando que la dirección o el rumbo trazado esté alineado con nuestras metas.

 

Por otro lado, la evaluación de impacto, que se asemeja a una exploración de las profundidades marinas. Proponemos realizarla al menos dos años después de la implementación de la innovación o prototipo en el aula, y busca medir el verdadero efecto o impacto conseguido en los alumnos y las alumnas de acuerdo con el perfil de salida definido anteriormente como objetivo. Aquí, examinamos si nuestras hipótesis iniciales se han cumplido y si nuestros diseños han generado el impacto deseado. A partir de estos hallazgos, podemos ajustar nuestras velas y orientar nuestros esfuerzos hacia las áreas que necesitan cambios y mejoras.

 

En cada ola de evaluaciones, una nueva marea cultural arraiga en la institución educativa. Más que transformar solo los cimientos físicos o las metodologías de aula, buscamos una verdadera evolución y cambio en la mirada de las personas y en la cultura de la organización. Como el mar esculpe la costa con paciencia y constancia, la evaluación continua moldea el centro educativo hacia una institución que aprende, mejora y avanza en el tiempo.

 

Con todo este viaje, observamos que la evaluación de cualquier innovación educativa se alza como un faro de conocimiento en medio de un vasto océano. A través de sus luces, podemos consolidar lo realizado y trazar nuevas rutas hacia una educación más significativa, profunda y transformadora. Vemos, pues, la importancia de la evaluación, puesto que además de informarnos sobre el impacto de nuestras acciones, nos impulsa a abrazar el cambio, a ser una organización que aprende y evoluciona constantemente. Así, navegaremos hacia un futuro educativo más prometedor, guiados por la sabiduría que emana de la evaluación continua y reflexiva.

 

En los últimos años, el equipo de reimagine.education ha realizado más de 20 evaluaciones de innovaciones educativas implementadas en todos niveles de las instituciones educativas (escolares y universitarias) en más de diez países distintos de Europa y América, acumulando una gran experiencia en este campo. ¿Te animas a realizar con nosotros la evaluación de tu innovación?

Interesante reflexión de George Monbiot sobre la innovación y el cambio educativo

Reimagine Education se relaciona profundamente con las reflexiones presentadas en el texto de George Monbiot. Al igual que él, nos encontramos en un cruce de caminos que nos llama a reformular el sistema educativo actual para preparar a nuestros estudiantes ante un mundo en constante cambio y evolución.

 

Enfoque centrado en la persona:

Reimagine.education promueve un enfoque educativo que pone a la persona en el centro. Al igual que Monbiot, creemos en la necesidad de preparar a los estudiantes para un mundo incierto y en constante cambio, equipándolos con las herramientas para liderar su propio camino, tanto a nivel personal como profesional. Al definir perfiles de egreso que tienen en cuenta las necesidades humanas y personales, ayudamos a las instituciones a formar individuos capaces de adaptarse, innovar y prosperar en cualquier circunstancia.

Diseño de experiencias de aprendizaje:

Compartimos con Monbiot la creencia en la necesidad de trascender las asignaturas y disciplinas tradicionales, promoviendo en cambio una educación que rompe barreras y fomenta el pensamiento interdisciplinario. En más de 15 países, reimagine.education acompaña a instituciones educativas en el diseño de experiencias de aprendizaje que se enfocan en procesos metacognitivos y en la centralidad de la persona. El currículo oficial se utiliza como una herramienta, subordinado al proyecto educativo y no como el objetivo en sí mismo.

Metacognición y meta-habilidades:

Al igual que Monbiot, reimagine education enfatiza la importancia de enseñar habilidades de orden superior como la metacognición. Al entender y observar sus propios procesos de pensamiento y aprendizaje, los estudiantes pueden adquirir una mayor resiliencia y adaptabilidad, convirtiéndose en aprendices autodirigidos capaces de responder a desafíos inesperados y de aprender de manera continua a lo largo de la vida.

 

Reimagine education comparte con Monbiot la visión de una educación que se adapta a nuestro mundo en constante cambio, poniendo a las personas en el centro, promoviendo la metacognición y la interdisciplinariedad, y utilizando el currículo como una herramienta flexible para lograr estos objetivos. Estamos convencidos de que este enfoque es esencial para preparar a los estudiantes para afrontar los desafíos del futuro con resiliencia, creatividad y éxito.

Estamos convencidos de que este enfoque es esencial para preparar a los estudiantes para afrontar los desafíos del futuro con resiliencia, creatividad y éxito.

¡Imaginemos un futuro en el que cada estudiante se siente preparado para afrontar un mundo en constante evolución! En reimagine.education nos unimos a las reflexiones inspiradoras de George Monbiot y nos ponemos en marcha para reinventar la educación tal y como la conocemos.

 

Creemos que cada estudiante es único y valioso. Por eso, trabajamos para darle un giro al enfoque educativo, poniendo a la persona en el centro. Equipamos a nuestros estudiantes y estudiantas con las herramientas que necesitan para abrirse camino a nivel personal y profesional, para enfrentar la incertidumbre con valentía y creatividad.

 

Nos emociona trascender los límites de las asignaturas y disciplinas tradicionales, y abogar por una educación que rompe barreras, estimula el pensamiento interdisciplinario y genera verdadera innovación. ¡Hemos trabajado con instituciones educativas en más de 15 países, creando experiencias de aprendizaje que transforman vidas!

 

Estamos convencidos de que la metacognición y las meta-habilidades son esenciales en el mundo de hoy. ¡Qué maravilloso es cuando un estudiante aprende a observar y comprender su propio proceso de pensamiento! Es entonces cuando se convierte en un aprendiz autodirigido, listo para responder a desafíos inesperados y mantenerse aprendiendo durante toda su vida.

 

En resumen, nos unimos a Monbiot en la visión de una educación que se adapta a nuestro mundo en constante cambio. Nos esforzamos para poner a las personas en el centro, para promover la metacognición y la interdisciplinariedad, y para usar el currículo como una herramienta flexible para alcanzar estos objetivos.

 

Nos mueve la convicción de que este enfoque es esencial para preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro con resiliencia, creatividad y éxito. ¡Únete a nosotros en esta apasionante aventura de Reimaginar la Educación!

Niebla, incertidumbre y liderazgo

 

Estamos en pleno momento de cambio de la humanidad en muchos ámbitos y aspectos, y ya no parece aventurado pensar que, dentro de esta década, vamos a vivir (estamos viviendo) cambios profundos. Y, por supuesto, también en la educación.

Sin embargo, hay mucha niebla que nos impide ver con claridad cómo avanzar. Es lo que pasa en circunstancias de mucha incertidumbre combinada con cambios acelerados. Y, además, en nuestro ámbito educativo, arrastrando fatiga por el sobreesfuerzo de la crisis de la COVID-19 y con la sensación interna de que, durante muchos años, hemos estado impulsando innovación, formación y cambios metodológicos (incluyendo los tecnológicos) y ahora no sabemos por dónde seguir avanzando.

Una de las anécdotas más usuales de los cursos de liderazgo es la del pelotón que se perdió en los Alpes durante una fuerte ventisca en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. El sargento al mando tomó el mapa que tenía uno de sus soldados en el bolsillo y, frente a la incertidumbre y el desconcierto, comenzó a guiarles durante horas, que se hicieron eternas, por el temporal, hasta que alcanzaron las luces de un pueblo. Una vez a salvo, y tras asistirles y alimentarles, sus habitantes les preguntaron cómo habían escapado a la tormenta y encontrado su recóndito lugar. Al enseñarles el mapa del que se habían servido, repararon en que reproducía una región de los Pirineos… ¡no de los Alpes!

Personalmente, he vivido situaciones parecidas. Soy muy aficionado a la montaña y el alpinismo y, en muchas ocasiones, me he perdido en medio de la niebla y he tenido que hacer noche en la intemperie sin saber con precisión dónde estábamos. Con mis compañeros y compañeras, con mis hijos e hijas… Y, a menudo, el mapa, o no servía o ya estábamos fuera… Pero había que avanzar.

En tiempos de incertidumbre los líderes desempeñan un papel crucial al proporcionar guía y comunicación. No es necesario tener un conocimiento detallado del terreno para crear un mapa. Incluso un mapa antiguo o de otra parte puede ser útil en momentos de desconocimiento. En situaciones de incertidumbre, es más importante que nunca formular una narrativa convincente y transmitir confianza a los implicados.

Y este es el papel del líder. El líder como creador de sentido mediante la inspiración y el relato que anima a definir hacia dónde queremos avanzar y moviliza a partir de deseos y sueños de vida y futuro de su comunidad. No el directivo o directiva que solamente vive en el día a día y dedica el ciento cincuenta por ciento de su tiempo y energía a la gestión, sin anticipar ni avanzar, replegándose en su cuartel, sin salir afuera porque hay niebla.

Para avanzar hacia el futuro, no podemos esperar a tener un conocimiento claro y experto para crear un mapa con hitos exactos como cuando el entorno era fijo o con pocos cambios. Los líderes no pueden tener todas las respuestas ni pretender ser expertos en todos los aspectos. Sin embargo, deben desarrollar un mapa para este mundo cambiante y comunicarlo y aplicarlo como una guía inicial.

Pero, para ser líder hoy, en estas nuevas circunstancias, debemos mirarnos hacia dentro, como personas. Tomar consciencia de nuestro ser y nuestra historia, de nuestro entorno y nuestro sistema, con otra perspectiva. Dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos para poner en crisis los antiguos marcos mentales que ya no sirven y adoptar nuevas miradas a un futuro que podemos y debemos anticipar y que está lleno de oportunidades. Sobre todo, en educación.

Y necesitamos espacios, tiempos y conceptos distintos y nuevos que enlacen con nosotros y nuestra realidad y nos ayuden a llevar a cabo este cambio. Debemos dar un salto en el camino personal y profesional para encontrar nuevos enfoques. Debemos avanzar hacia un liderazgo consciente.

Esto es lo que ha preparado, junto con Joan Corbalán, el equipo de reimagine.education. Un programa que te permita ir más allá de desarrollar acciones de innovación y te ayude a repensarte como un líder comunitario capaz de generar bienestar, desarrollo y transformación en tu institución educativa; junto con tu equipo, integrando al alumnado, las familias, los docentes y el entorno en una verdadera comunidad de aprendizaje que, a pesar de la niebla, avance.

Lo hemos llamado Liderazgo experiencial consciente para transformar la educación. Tiene un formato fundamentalmente en línea, y aúna la perspectiva sistémica a tu liderazgo y a tu institución, con la mirada y la metodología transformacional para avanzar hacia el futuro que va emergiendo. Empieza el próximo septiembre, y conlleva una dedicación estimada de 100 horas distribuidas en seis meses.

Hay que atreverse. Es importante hacer cosas distintas para salir de la niebla, superar la situación de incertidumbre y liderar para avanzar. ¿Te decides?

Te ofrezco una hora para compartir conmigo tus objetivos y preocupaciones para ver cómo avanzar.

 

Pensamiento sistémico y transformación educativa: un amor a primera vista

 

Actualmente estoy cursando un programa en el MIT xPRO sobre pensamiento sistémico en el cual estamos explorando las bases teóricas y conceptuales de esta disciplina, así como su aplicación en diferentes entornos técnicos y profesionales. A lo largo del curso, hemos estudiado conceptos clave como la emergencia, la función y el desempeño en sistemas, y hemos aprendido a identificar y describir las relaciones entre las entidades en sistemas aplicados a nuestras propias experiencias.

Dentro de este marco, me gustaría reflexionar sobre cómo el pensamiento sistémico y, en particular, los conocimientos adquiridos en este curso, se pueden aplicar para impulsar la innovación y la transformación educativas.

 

El pensamiento sistémico es una herramienta fundamental en la innovación y la transformación educativa, ya que nos permite comprender las interacciones y dinámicas complejas dentro del sistema educativo. De hecho, la metodología del camino de la transformación educativa creada por el equipo de REIMAGINE EDUCATION, denominada RIEDUSIS, siempre ha incorporado el análisis y el pensamiento sistémico en todo el proceso, complejo y dinámico, de transformación de una institución educativa.

En este contexto, es especialmente importante destacar dos elementos clave para impulsar el cambio en el ámbito educativo: la cultura organizacional y las metodologías activas.

La cultura organizacional se refiere al conjunto de valores, normas, creencias y prácticas compartidos en una institución educativa. El pensamiento sistémico nos permite identificar cómo la cultura organizacional influye en la adopción de nuevas prácticas, tecnologías y enfoques educativos. Al comprender las resistencias y oportunidades presentes en la cultura organizacional, podemos diseñar estrategias efectivas para promover la innovación y la transformación educativas desde dentro.

Por ejemplo, una cultura organizacional que fomente la colaboración, la experimentación y el aprendizaje continuo facilitará la implementación de nuevos enfoques y tecnologías en el aula. Del mismo modo, el liderazgo y el apoyo de la Dirección de la institución son fundamentales para impulsar cambios y garantizar que se alineen con la visión y misión educativas.

El pensamiento sistémico nos permite identificar cómo la cultura organizacional influye en la adopción de nuevas prácticas, tecnologías y enfoques educativos.

En cuanto a las metodologías activas, se trata de enfoques pedagógicos que promueven la participación activa y el protagonismo de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. Igual que con la tecnología, el pensamiento sistémico nos invita a considerar cómo estas metodologías pueden interactuar e integrarse con otros aspectos del sistema educativo para generar un impacto transformador.

La adopción de metodologías activas, como el aprendizaje basado en retos o el aprendizaje basado en proyectos, requerirá cambios en la formación docente, la evaluación y la organización del tiempo y el espacio en el aula. El pensamiento sistémico nos ayuda a identificar cómo estos cambios pueden influir en la dinámica del aula y en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero también en todo el ecosistema que compone la institución, para, así, asegurar una implementación exitosa y sostenible de estas metodologías.

La adopción de metodologías activas, como el aprendizaje basado en retos o el aprendizaje basado en proyectos, requerirá cambios en la formación docente, la evaluación y la organización del tiempo y el espacio en el aula.

 

Quiero finalizar este artículo compartiendo la impresión de que el pensamiento sistémico es una herramienta valiosa para impulsar la innovación y la transformación educativa, ya que nos permite comprender y abordar las interacciones y dinámicas complejas dentro del sistema educativo. Al incorporar este enfoque, podemos diseñar estrategias más efectivas y sostenibles para mejorar la calidad y la equidad en la educación, y preparar a nuestros estudiantes para afrontar los desafíos del siglo XXI.

¿Te animas a incorporarlo en tu proceso de cambio? ¿Ya conoces el enfoque de pensamiento sistémico de la metodología RIEDUSIS?

La Inteligencia Artificial nos puede ayudar a transformar la educación

Que la inteligencia artificial está cambiando el mundo a pasos agigantados es un hecho, y uno de sus exponentes más recientes es ChatGPT3, un modelo de lenguaje generativo que desarrolla Open AI y que pronto va a tener competidores como ya ha anunciado Google. Con su capacidad de interactuar con las personas y responder a preguntas, resolver problemas, hacer traducciones (entre otras acciones), ChatGPT3 ha llamado la atención por su potencial transformador en diversos sectores, incluyendo el de la educación.

El impacto de IA como la de ChatGPT3 en la educación es significativo y, además, está evolucionando rápidamente. La tecnología de ChatGPT3 incide directamente en los roles y tareas de profesorado y alumnado, así como también en la forma en que se pueden llevar a cabo las actividades educativas dentro y fuera del aula. Por eso, es imprescindible conocer la herramienta y reflexionar sobre cómo puede contribuir a mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje de acuerdo con el modelo educativo de cada institución.

ChatGTP3 es una tecnología de IA de última generación que ofrece una amplia gama de posibilidades para la educación. Con su capacidad para interactuar con las personas puede transformar la forma en que se enseña y se aprende.

Integración de la Inteligencia Artificial en el aula

Antes de incorporar ChatGPT3 en el aula, es necesario formar un grupo de trabajo que evalúe sus posibilidades y haga recomendaciones para su uso. La integración de la tecnología debe ser coherente con el modelo educativo y debe utilizarse para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, siempre de acuerdo con el perfil de egreso que estamos buscando.

La incorporación de inteligencias artificiales en la educación requiere un replanteamiento y una reimaginación del modelo educativo y tecnológico actual. La tecnología debe estar al servicio del modelo educativo y, a su vez, ayudar a lograr el perfil de salida del alumnado. Debemos saber cuál es el perfil actual de los estudiantes y compararlo con el que queremos conseguir para poder avanzar.

Las palancas para impulsar la innovación y el cambio educativo pueden ser múltiples. Y, en este caso, el conocimiento, la reflexión y el debate que podemos hacer en nuestro equipo alrededor de esta nueva realidad, nos puede ayudar.

Utilizando tecnología avanzada en la educación, el alumnado estará mejor preparado, personal y profesionalmente, para afrontar los desafíos del mundo digital y de la economía del futuro.

Beneficios e inconvenientes de incorporar la Inteligencia artificial a las aulas

No hay fórmulas mágicas, y cada equipo e institución debe ver cómo puede integrar esta nueva posibilidad. En todo caso, ahí van algunas reflexiones y propuestas por si pueden ayudar…

La IA permite a ChatGTP3 una interacción personalizada tanto con el profesorado como con el alumnado, como con ambos trabajando conjuntamente, lo que nos puede permitir realizar nuevas y diversas actividades o investigaciones, así como ajustar el ritmo y el nivel de dificultad según necesidades individuales. Esto puede resultar en un aprendizaje más efectivo y motivador.

También se puede utilizar en cualquier momento y lugar, lo que significa que el alumnado puede preparar actividades, aprender a su propio ritmo y seguir avanzando, incluso fuera del aula. De esta forma, la interacción personalizada con este tipo de tecnologías puede ayudarles a sentirse más motivados y comprometidos con su aprendizaje, y puede facilitar también muchas tareas previas y/o auxiliares tanto a docentes como a alumnos.

Además, brinda un acceso más amplio a la educación a personas con diversas necesidades, en zonas remotas o con limitaciones económicas, lo que representa una mejora en la equidad en el acceso a la educación.

Otro punto positivo de integrar tecnologías como ChatGTP3 en el aula es que puede ayudar a fomentar la colaboración y el aprendizaje cooperativo entre el alumnado, lo que puede mejorar su comprensión y retención del material, y puede enriquecer la experiencia educativa ofreciendo una mayor interacción, acceso a recursos y opciones de aprendizaje personalizadas.

Para interactuar adecuadamente con ChatGTP3 hay que aprender a hacer preguntas y a ser crítico y analítico respecto las respuestas que nos da. Y este es un aprendizaje muy importante, que además podemos hacer en equipo.

educar al alumnado utilizando herramientas como chatgpt3 puede ayudarte a ser crítico y analítico.

Finalmente, no podemos olvidar que, al utilizar tecnología avanzada en la educación, el alumnado estará mejor preparado para afrontar, personal y profesionalmente, los desafíos del mundo digital y de la economía del futuro.

Y, por supuesto, como cualquier nueva creación de la humanidad, ChatGTP3 puede presentar también inconvenientes y disfunciones, especialmente vinculados a su uso inadecuado. Por esto no será nunca una solución su prohibición, ya que la mejor forma de aprender a utilizarlo e integrarlo adecuadamente en las prácticas educativas del proceso de enseñar y aprender, será el uso conjunto e integrado de esta potente herramienta de información y conocimiento por parte de docentes y alumnos, como una comunidad que aprende conjuntamente y va descubriendo sus posibilidades y limitaciones.

ChatGPT3 y la inteligencia artificial en general pueden ser un gran empuje para la transformación profunda de la educación.

ChatGPT3 y la inteligencia artificial en general pueden ser un gran empuje para la transformación profunda de la educación. Conocer la herramienta, integrar de manera coherente y replantear el modelo educativo son los primeros pasos para aprovechar su potencial y mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

No hay duda de que hemos dado un salto cualitativo en el uso de nuevas herramientas basadas en IA, que este hecho está teniendo y tendrá un importante impacto en muchos sectores y profesiones (y especialmente en educación), y que todo ello, no ha hecho más que empezar.

Podemos ayudarte a implementar ChatGPT3 en tu institución educativa, reimaginando el uso de la tecnología y replanteando tu modelo educativo.

¿Cómo reformular el modelo educativo para conseguir alcanzar el perfil de salida del alumnado?

Como continuación de los dos artículos anteriores publicados en este blog destinados a explicar de forma sintética nuestra metodología RIEDUSIS del camino de la transformación integral de una institución educativa, escribo este tercer post para presentar uno de sus pasos más importantes del proceso de cambio: reformular el modelo educativo del centro escolar o la universidad.

Necesitamos replantear el modelo educativo actual para asegurarnos de que obtendremos el perfil de salida que nos hemos planteado. Este es un punto de inflexión que marca la diferencia entre ir innovando sobre la marcha el proceso de enseñar y aprender existente o plantear su transformación a fondo.

Por supuesto que, de forma paralela a la decisión de reformular el modelo educativo, es muy aconsejable hacer un primer contraste respecto a cómo sale actualmente nuestro alumnado. No es imprescindible hacerlo ahora, se puede hacer más adelante; pero lo que está claro es que es una de las cosas más importantes a incorporar en nuestro proceso de cambio institucional y que puede ser una importante palanca o resorte para impulsar la transformación. En estos momentos, en Reimagine Education ya disponemos de una herramienta, construida conjuntamente con un prestigioso grupo de investigación nuniversitario, que lo permite hacer de forma ágil y económica..

¿Qué entendemos por modelo educativo?

Entendemos por modelo educativo “el conjunto de direcciones y enfoques pedagógicos que orientan la cultura y la acción de una institución educativa, con el fin de proveer al equipo docente de los elementos necesarios para diseñar e implementar los programas educativos”.

El modelo educativo tiene por objetivo dar coherencia y cohesión a la acción educativa de la institución en todas sus ofertas y actividades específicas y, por tanto, garantizar la consecución de su misión.

reformular modelo educativo

¿Qué documentos debe tener cualquier modelo educativo?

Las líneas educativas básicas (LEB) son las grandes líneas o estrategias generales de aprendizaje comunes en toda la institución educativa y que nos aseguran la coherencia de todas las acciones de cambio. Son la herramienta global y general de la institución para establecer un nuevo modelo educativo y conseguir, de esta forma, acercarnos a los rasgos y a los impactos que queremos conseguir. Las LEB son el fundamento de la transformación del proceso de enseñar y aprender, por lo que deben basarse en nuestro conocimiento, intuición, experiencia y evidencia científica.

Las opciones metodológicas (OM) son métodos pedagógicos concretos existentes y definidos que, en el marco de las LEB y orientados a los rasgos e impactos definidos en el perfil de salida, nos permiten concretar cómo trabajaremos de forma específica las líneas educativas básicas en el aula con el profesorado y el alumnado.

Las opciones de contenido (OC) son las decisiones respecto al currículum, en forma de criterios, que nos permiten el enfoque (más o menos globalizado) y la priorización y selección (amplitud y profundidad) para hacer del contenido la herramienta imprescindible que vehicula el aprendizaje y la educación de la persona.

Es importante tener en cuenta que un enfoque más o menos globalizado genera una identidad, un marco mental y una mirada del alumnado distintos a los de su entorno y el mundo. Por otra parte, el enfoque actualizado de las diversas disciplinas nos debe permitir alcanzar un aprendizaje más significativo y actualizado. Finalmente, la eliminación de repeticiones en el currículum, la nueva ordenación de contenidos y el descarte de elementos más residuales van a ser fundamentales para afrontar el cambio profundo, ya que necesitamos un currículum para la vida, no una vida para asimilar el currículum.

Finalmente, la definición del canal de relación y trabajo con nuestro alumnado y las opciones tecnológicas consecuentes también deben formar parte del nuevo modelo educativo. Además de las herramientas informáticas y digitales, entendemos por canal de relación en el marco de la comunidad educativa el canal presencial (coincidencia en el espacio físico y en el tiempo) y el canal online o virtual, que permite la coincidencia o no en el tiempo, pero no en el espacio físico.

La crisis que propició el coronavirus nos obligó a pasar de la presencialidad a la enseñanza remota de emergencia (ERM), y, de esta, a una nueva presencialidad híbrida y flexible que incorpora el canal en línea combinado con la presencialidad. Esta es ya una de las revoluciones más importantes del siglo XXI, y nos abre un sinfín de posibilidades y combinaciones que es imprescindible tener en cuenta en la reformulación y prototipado de nuestro proceso de cambio educativo.

reformular model educatiu

Objetivo: reformular el modelo educativo mediante un “diseño hacia atrás”

Hasta ahora, hemos implementado diseños de enseñar y aprender “hacia adelante”, es decir, siempre hemos partido de los recursos disponibles y las actividades que ya habíamos llevado a cabo para intentar conseguir resultados distintos. Ahora va a ser diferente: vamos a hacer lo que se denomina un diseño hacia atrás. Es decir, vamos a partir de los rasgos y los impactos del perfil de salida del alumnado y, yendo hacia atrás, vamos a ver cómo podemos reorganizar los recursos disponibles y replantear a fondo las actividades que implementaremos para conseguir unos resultados distintos que apunten a unos impactos vinculados al modelo de persona. Este es nuestro objetivo.

Antes de empezar a reformular a fondo el modelo educativo actual (o su ausencia) por otro nuevo, va a ser importante tomar consciencia, identificar y poner palabras al modelo educativo que tenemos en marcha. Este paso previo es muy importante, ya que, a menudo, no tenemos un documento claro y actualizado de las direcciones y enfoques pedagógicos mayoritarios actuales y puede que tengamos la información, pero dispersa, confusa o, simplemente, muy teórica y alejada de la realidad del aula. Incluso puede ser que pongamos más atención en algunas prácticas innovadoras pero minoritarias y poco representativas, o que tengamos muchas diferencias entre las distintas etapas de nuestro centro o facultades de nuestra universidad.

Por tanto, antes de empezar a formular las nuevas LEB, OM, OC y el canal de relación y la tecnología, aconsejamos escribir de forma sintética y consensuada lo que denominamos las líneas educativas básicas actuales, sobre la base de la realidad de lo que pasa mayoritariamente en nuestras aulas, para, a partir de ahí, identificar, compartir y redactar las LEB que soñamos tener para conseguir realmente un cambio integral en nuestro modelo de enseñar y aprender para llegar al perfil de salida que tenemos planteado.

Debemos educar para la vida, para el mundo que viven y van a vivir nuestros alumnos y nuestros hijos… no para el mundo que hemos vivido los profesores y los padres. Y esto requiere ir más allá de lo que se ha hecho siempre, o de lo que se ha hecho hasta ahora o, incluso, de lo que estamos haciendo ahora mismo. Es decir, requiere reformular a fondo el modelo educativo actual de nuestra institución. ¿Te acompañamos a hacerlo?

¿Cómo gestionar la energía y el tiempo para conseguir un futuro educativo diferente?

Personalmente, algo que me ha sorprendido siempre mucho del mundo educativo, especialmente de las escuelas, pero a menudo también de las universidades, es la dificultad de los equipos directivos (entendiendo este concepto de forma amplia) para destinar tiempo y energía del presente para preparar un futuro educativo diferente para los alumnos que vendrán.

Hay varios elementos que me gustaría destacar al respecto. En primer lugar, la tendencia a centrarlo todo en la acción y no reservar tiempo para la reflexión. Normalmente, los tiempos especialmente pensados para parar y reflexionar, leer el entorno y formular miradas hacia el futuro son muy escasos. La acción, y solo la acción constante, para resolver multitud de incidencias cotidianas, nos absorbe.

En segundo lugar, centrados en esta acción absorbente, damos al día a día toda la energía que tenemos… y más. Es decir, le destinamos el 125 o el 150 % de lo que somos y hacemos. Día tras día, año tras año. Seguramente hay momentos en los que pensamos que llegará una semana o un día en los que no tendremos incidencias o acciones por hacer y, entonces, por fin, podremos reflexionar sobre lo que es realmente importante y las cuestiones de fondo… Y ese momento no llega nunca, lo que genera un cansancio y una frustración considerables.

conseguir un futuro educativo diferente

¿Se puede salir de lo cotidiano y pensar en un futuro educativo diferente?

Creo que estos dos hechos de más arriba tienen mucho que ver con el encargo que los equipos directivos han interiorizado, en línea, seguramente, con lo que el sistema educativo les ha pedido: hacer que las cosas funcionen cotidianamente de la mejor manera posible y con las mínimas interrupciones y conflictos posibles. Y, esto, por supuesto, es importante. Pero, con este encargo, hoy, en un mundo en plena transformación y cambio, ya no hay suficiente.

Hay otro encargo tan importante como este: preparar un futuro educativo diferente para las generaciones de alumnos que todavía no se han incorporado a la escuela. O para los que se acaban de incorporar (por ejemplo, con 3 años) y que aún tienen 14 años de educación por delante. De hecho, un niño que se haya incorporado a la escuela con 3 años, saldrá en junio de 2038.

Se trata de dirigir, coordinar e impulsar con ambas manos: con una, aseguramos el día a día; con la otra, reservamos espacios, energía y tiempo para crear un futuro educativo diferente. Esta segunda mano también es nuestra responsabilidad y debe formar parte de nuestro encargo. Y tendremos que desarrollarlo con los recursos de los que disponemos (pidiendo siempre que nos den más) y con el tiempo que gestionamos. No digo que sea fácil, pero conozco a muchas directivas y directivos de la educación que lo hacen y avanzan hacia innovaciones y cambios trascendentales para los niños, niñas y jóvenes actuales y, sobre todo, para los que vendrán en el futuro.

futur educatiu diferent

Mi experiencia desde el punto de vista de Reimagine Education

Esto que explico, además, está presente en todos los países (cerca de 15) de Europa, América y África en los que colaboramos con instituciones educativas para impulsar este y otros cambios. Me atrevería a decir, pues, que es un hecho universal de la educación, que, junto con la gran inercia que también arrastra la organización educativa, dificulta el camino de la transformación y exige una gran dosis de convicción y liderazgo consciente por parte de los equipos directivos.

De hecho, los dos años que pude trabajar profesionalmente en el sector de la salud como gerente de un importante instituto de investigación dentro de uno de los mayores y más avanzados hospitales de Europa, me sorprendió el convencimiento y la práctica de los profesionales de la salud de reservar siempre una parte de su tiempo de hoy para investigar y formarse para poder curar más y mejor a los enfermos de mañana… Si no, me decían, la salud no avanzará. Y me mostraban indicadores de mejora en los cuidados y los resultados que seguían de forma permanente.

Y yo me pregunto: ¿Cómo puede ser que los profesionales de la educación no incorporemos esta mirada y marco mental de buscar un futuro educativo diferente para los alumnos que todavía no conocemos? No será porque la vida en un gran hospital no sea intensa y no falten tiempo y recursos como en la educación.

Y, entonces, ¿por qué será? Espero vuestras reflexiones sobre todas estas cuestiones en los comentarios.

Metodologías centradas en el desarrollo de habilidades personales para la vida del alumnado

Cada semana acostumbro a dedicar un poco de tiempo a leer las últimas publicaciones y estudios sobre temas directamente relacionados con la transformación educativa que impulso y desarrollo junto con decenas de instituciones educativas. Y, en los últimos días, he encontrado dos que me han llamado la atención y que hoy quiero resaltar, relacionados con las metodologías centradas en el desarrollo de habilidades personales para la vida del alumnado.

El primer estudio hace referencia a la investigación titulada “Métodos centrados en el estudiante. Sus efectos en las estrategias y los enfoques de aprendizaje de los universitarios” (1), de Laura Barboyon y Bernardo Gargallo, docentes de la Universidad de Valencia. Como ellos mismos explican “el objetivo de esta investigación fue valorar si la aplicación de métodos centrados en el aprendizaje provocaría mejorar en las estrategias y los enfoques de aprendizaje de los alumnos con respecto al grupo control, el cual recibió formación con un formato metodológico centrado en la enseñanza“. Se hizo uso de un diseño cuasiexperimental de cohortes con grupo de control no equivalente. Integraban la muestra 243 estudiantes de Pedagogía y Educación Social de esta universidad que cursaven una materia de 1.º curso.

La investigación es muy interesante, y su conclusión es clara: “Los resultados que se obtuvieron fueron positivos. Los estudiantes que recibieron intervención educativa con métodos centrados en el alumno mejoraron sus estrategias de aprendizaje e incrementaron el enfoque profundo de aprendizaje en comparación con sus compañeros que habían cursado la misma asignatura con métodos tradicionales”.

Soft Skills

¿Cómo favorecer el desarrollo de habilidades personales para la vida del alumnado?

La segunda investigación se titula Integrating self-regulated learning and individual differences in the prediction of university academic achievement across a three-year-long degree (2) y la coordinó Juan-Carlos Pérez-González, profesor de la UNED y vicedecano de su Facultad de Educación. El estudio consistía en evaluar una serie de variables psicológicas de estudiantes de la Universidad de Lleida al inicio de su titulación universitaria en Educación para, posteriormente, registrar su rendimiento académico medido a través de las calificaciones de asignaturas en los tres cursos de duración de la titulación.

Entre los principales hallazgos de la investigación destaca el hecho de que aproximadamente el 25 % del nivel de calificaciones estaba relacionado con variables psicológicas no intelectuales, también conocidas como no cognitivas o habilidades blandas (soft skills). “Confirmar que un cuarto del rendimiento académico en la universidad puede depender de habilidades blandas es un hallazgo relevante”, señala Pérez-González, “pues, según diversos investigadores, estas variables personales son más maleables y educables que las de carácter cognitivo como la inteligencia general o el razonamiento inductivo, variables que, en esta investigación, no mostraron apenas relación con el nivel de calificaciones logrado”.

desenvolupament dhabilitats personals per a la vida de l’alumnat

Necesidades urgentes en la transformación de la educación superior

Ambas investigaciones, y sus reflexiones y conclusiones, me parecen muy relevantes, y las hago coincidir en este post por dos razones fundamentales. En primer lugar, porque están centradas en la educación superior, lo cual me parece muy importante en este momento, y, en segundo lugar, porque abren camino en dos temas vitales para la transformación de la universidad en los que desde hace ya algunos años venimos insistiendo y que podemos sintetizar en estos dos puntos:

  • La urgencia de establecer perfiles de salida o egreso del alumnado universitario en los que se priorice el desarrollo humano relacionado con el autoconocimiento y lo que se denominan las habilidades para la vida.
  • La necesidad de que la educación superior evolucione hacia modelos educativos que, basándose en los nuevos perfiles humanos de salida, pongan verdaderamente al alumnado en el centro del proceso de aprendizaje y utilicen metodologías activas en las que sea este el verdadero protagonista.

Y, por supuesto, este tipo de evidencias nos pueden ayudar también a impulsar nuevas e innovadoras experiencias de aprendizaje en las etapas escolares de infantil, primaria y secundaria que eduquen y desarrollen a la persona y sus habilidades para la vida a lo largo de todos estos años, pues, como multitud de estudios científicos ponen de manifiesto, son un elemento fundamental para poder tener una vida plena.

 

BIBLIOGRAFÍA

(1) Barboyon Combey, L. y Gargallo López, B. (2021). “Métodos centrados en el estudiante. Sus efectos en las estrategias y los enfoques de aprendizaje de los universitarios”. En Teoría De La Educación. Revista Interuniversitaria, 34(1), 215–237. https://doi.org/10.14201/teri.25600

(2) Pérez-González, JC., Filella, G., Soldevila, A. et al. “Integrating self-regulated learning and individual differences in the prediction of university academic achievement across a three-year-long degree”. En Metacognition Learning (2022). https://doi.org/10.1007/s11409-022-09315-w

¿Cómo construir una nueva estrategia de transformación?

Como ya explicamos en un artículo anterior sobre la metodología RIEDUSIS, una vez establecida una buena teoría para el cambio que incorpore de dónde venimos y hacia dónde queremos ir como institución, que explique claramente por qué y para qué queremos ir más allá de lo que hemos hecho hasta ahora y que dibuje un primer esbozo del sueño que perseguimos como comunidad educativa con el perfil de salida del alumnado como base, estamos preparados para dar el siguiente paso: construir una nueva estrategia de transformación.

¿Cómo replantearnos nuestra estrategia de cambio y adaptarla al nuevo mundo que estamos viviendo?

Tenemos que ver este momento histórico, en el que el mundo avanza a trompicones que nos desmontan los marcos mentales anteriores y que nos obligan a responder de otra forma y adaptar nuestra actividad educativa y organización, como una oportunidad. Una oportunidad para replantearnos, también, nuestro mapa e itinerario de transformación y cambio.

Probablemente, en los últimos años, y especialmente antes de la crisis de la COVID-19, hemos avanzado a base de iniciativas de innovación distribuidas en toda la institución y que se abrían paso a la vez. Podemos denominar este conjunto de innovaciones ya implementadas, o en curso, como microexperiencias de innovación. Estas experiencias de innovación nos han exigido mucho esfuerzo y energía, y han significado, en sí mismas, un buen entrenamiento. Sin embargo, la sensación es ambivalente, ya que, por un lado, somos conscientes de que este conjunto de innovaciones, por sí solas, de forma acumulativa, no nos van a llevar a la transformación que necesitamos. Pero, por otro lado, si estamos donde estamos, es, en parte, por el aprendizaje y la flexibilidad que estas mismas microexperiencias nos han aportado.

Y, entonces, ¿cómo lo hacemos para seguir avanzando en la innovación y el cambio? Necesitamos una estrategia de cambio distinta.

estrategia de cambio

¿Qué herramientas necesitamos para construir una nueva estrategia de transformación?

Con la profundidad que queremos transformar el proceso de enseñar y aprender y el conjunto de la institución, va a ser imposible transformar de golpe y de forma simultánea toda nuestra institución en todos sus cursos o ciclos. Ahora que ya hemos visto el esfuerzo que conlleva implantar algunas innovaciones, nos damos cuenta de que no hay energía ni capacidad instalada suficientes en el interior de nuestra institución para hacer el cambio de una vez.

Nace así el concepto de implementar experiencias avanzadas de cambio en algunas partes de nuestra institución (en dos cursos, un ciclo o una etapa) o iniciativas transversales (IT) dirigidas a toda la institución educativa en lo que respecta a una innovación o aspecto o proyecto en concreto.

Podemos definir una experiencia avanzada de cambio (EAC) como un proyecto de transformación profunda e integral de uno o dos cursos (etapas o ciclos) en el que incorporamos todos los elementos de cambio con los que soñamos. Es una herramienta que nos permite transformar la institución por partes para que sea sostenible y podamos aprender haciendo. Una EAC se estructura mediante el diseño, el desarrollo y la producción de los elementos necesarios para que se pueda llevar a cabo, capitalizando todas las innovaciones que ya hemos implementado hasta ahora, pero buscando dar un salto importante.

Por otra parte, consideramos la iniciativa transversal (IT) como un proyecto de transformación profunda e integral longitudinal (de varios cursos o etapas o, incluso, de toda la institución) basada en la incorporación de una nueva actividad o experiencia en todos o en parte de los años y cursos. Esta nueva actividad o experiencia (por ejemplo, un replanteamiento profundo de la tutoría a todos los niveles o un proyecto lector coherente) se plantea de forma coordinada y tiene elementos tractores de cambios identificables y específicos.

Esta nueva forma de avanzar es lo que denominamos nueva estrategia de cambio, y es lo que nos permite afrontar la transformación de la institución educativa de forma distinta y más profunda, en un ciclo de reflexión-acción-evaluación-ampliación que explicaremos en futuros artículos en los que seguiremos contando los elementos básicos de nuestra metodología RIEDUSIS, y en los que también veremos que la evaluación de estas EAC o IT es una pieza fundamental.

construir una nova estratègia de transformació

¿Cómo debemos avanzar una vez planteada una nueva estrategia de transformación?

La piedra angular sobre la que descansa el proceso de transformación y cambio de nuestra institución es la participación de la comunidad educativa. Las transformaciones profundas requieren de la implicación de todos los miembros de la comunidad educativa en procesos participativos que generen inspiración y sueño. Se trata de implicar a docentes, estudiantes, familias y entorno en el tipo de institución educativa que queremos construir, entre todos y todas, en esta década. Es una forma muy hermosa de construir un sueño colectivo. El proceso de participación es, pues, una herramienta que nos permite generar nuevos horizontes compartidos de sueño e ilusión, que quizás la crisis de la COVID-19 que hemos atravesado ha diluido o hecho desaparecer.

Para ello, va a ser muy importante comunicar. Comunicar con todos los actores de la comunidad educativa, y comunicar con el conjunto de la sociedad y el territorio a los que pertenecemos. Nuestra comunicación debe cambiar (ya no se trata solamente de informar) y plantearse como una arma con gran capacidad de movilización y participación para construir lo que denominamos una coalición para el cambio. Se trata de crear un estado de opinión interna y externa favorable e implicada, a todos los niveles, que nos permita diseñar, desarrollar, producir e implementar iniciativas de cambio.

Hay que comunicar que nos movemos, que avanzamos en la transformación educativa, que vamos a ir más allá de lo que hemos hecho hasta ahora aprovechando todos los resortes y todas las posibilidades que tengamos, y que lo vamos a hacer todos juntos.

Y para ello vamos a necesitar un relato. Planteamos el relato como una herramienta de comunicación que explica de forma sencilla y convincente el desafío que representa el proceso de transformación educativa que planteamos. El relato es fundamental para motivar la capacidad como comunidad educativa de afrontar satisfactoriamente la transformación que queremos conseguir, y es la antesala de la implicación y el compromiso necesarios para superar el reto común.

El relato debe presentar las propuestas concretas para llevar a cabo la transformación con la que soñamos. El lenguaje del relato debe ser claro, directo y convincente para enamorar y movilizar hacia la acción. Normalmente se deduce y se redacta a partir de la teoría para el cambio e integra la nueva estrategia de transformación; es una herramienta potente que debemos construir.

La comunicación y el relato se convierten, de esta forma, en el marco general de un proceso de participación de la comunidad educativa que busca definir un sueño común, nuevo y distinto, de la educación que llevamos a cabo y ofrecemos en nuestra institución.

Soñar con una nueva educación, escolar o universitaria, es fundamental para transformar nuestra institución… y el mundo. ¿Te atreves?

Retos de la educación ante la emergencia climática

El 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático: es un día para tomar consciencia de este fenómeno que afecta a todo el planeta (aunque de forma desigual), comprender sus causas y consecuencias y, sobre todo, pasar a la acción también desde la educación, ¿cuáles son los retos de la educación ante la emergencia climática?

Por cambio climático entendemos el proceso de cambio de la climatología y la temperatura general de la Tierra como resultado de la acción humana, especialmente por la emisión de gases de efecto invernadero. Estos gases, los generamos principalmente con la quema de combustibles fósiles, el uso del suelo, el uso de la energía y las actividades industriales (incluyendo la agricultura y la ganadería industriales). Más allá de estas causas materiales, existen unos puntales intangibles que sustentan estas prácticas. Algunos pueden ser el sistema capitalista, la visión mecanicista de la naturaleza o la cultura de explotación y dominación de recursos y personas.

Es un fenómeno que, por tanto, además de incluir el ámbito medioambiental y de la salud pública, se extiende también al ámbito social y de los derechos humanos, ya que afecta especialmente a las generaciones futuras e incide de forma más intensa en las regiones del planeta donde hay mayor concentración de pobreza. También se hace más presente en las poblaciones más vulnerables, lo que pone de manifiesto las desigualdades de clase, género, sexualidad, racismo y colonialismo.

Reptes de l’educació davant l’emergència climàtica

¿Qué se está haciendo ante la emergencia climática?

Desde hace décadas, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) expone la gravedad de las consecuencias del cambio climático tanto para la humanidad como para todos los seres vivos del planeta, e insta a tomar medidas urgentes en los ámbitos gubernamental, empresarial y ciudadano, y también, muy especialmente, en el ámbito educativo.

La educación es, a nuestro entender, un ámbito desde el cual podemos llevar a cabo un trabajo muy importante. Este trabajo relacionado con el cambio climático, lo vemos muy vinculado al proceso de transformación de la educación que planteamos desde este blog y, esta semana, nos parece clave centrarnos en él y hablar sobre él.

Una de las acciones que se plantean a menudo para relacionar el cambio climático y la transformación educativa se basa en la oportunidad que nos brinda el enfoque globalizador de los contenidos educativos. Efectivamente, si en nuestras opciones de contenidos dentro del modelo educativo hemos optado por el enfoque globalizador, encontramos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) una forma diferente de enfocar el problema y trabajarlo con nuestros alumnos. La apuesta por la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad nos ayuda a comprender e interpretar la realidad desde otra perspectiva, y nos prepara para comprometernos de otra forma. Este nos parece ya un camino insoslayable que cualquier proyecto educativo debe asumir y, especialmente, cualquier proyecto educativo de innovación y cambio.

Retos de la educación ante la emergencia climática

¿Cuáles son los retos de la educación ante la emergencia climática?

Seguramente, hay que ir más allá, ya que con la mejora de la eficiencia energética y tecnológica que podemos conseguir en los próximos años no habrá suficiente. Necesitamos un cambio de estilo de vida colectivo que se sustente en una relación diferente con la naturaleza. Tenemos muchas formas de aproximarnos a esta relación diferente con la naturaleza que proponemos, pero un posible camino, todavía poco explorado, lo tenemos en la definición del perfil humano de salida de nuestro alumnado. Podemos plantearnos que, más allá de la perspectiva mecanicista y materialista del mundo y la naturaleza y de la visión que aportan las ciencias naturales y el estudio del medio, podríamos incluir en este perfil y en nuestros objetivos educativos conseguir un vínculo más cercano, natural y diferente de los alumnos con la naturaleza.

Se trataría de ir más allá de los necesarios conocimientos más académicos para cultivar y nutrir un vínculo más profundo con la naturaleza en toda la comunidad educativa: el profesorado, el alumnado, las familias y la ciudadanía. Un vínculo emocional e íntimo que fuera la base de una relación personal sana, equilibrada y armoniosa entre el planeta, con la Madre Tierra, y todos sus habitantes.

Y, si el reto es cultivar una relación y un vínculo diferentes con la naturaleza que nos acompañen hacia unos comportamientos diferentes como sociedad, deberemos hacerlo con formas diferentes a las que hemos utilizado hasta ahora. Tenemos varios caminos… Uno podría ser, sencillamente, como docentes y miembros de equipos directivos de instituciones educativas, pasar más ratos en la naturaleza para buscar un vínculo diferente con ella: desde un parque urbano a un bosque, una montaña, una playa o un prado. Y convertirlo en un hábito cotidiano en el que reservamos unos minutos para, simplemente, pasear por la naturaleza y observarla en silencio, con los sentidos del cuerpo y del corazón bien abiertos. Otra vía podría ser hacer entrar la naturaleza en la escuela y darle un lugar específico en el espacio y la vida del centro… Hay tantas oportunidades y posibilidades de hacerlo además del recreo y el huerto… Seguramente necesitamos replantear inercias, costumbres y miradas.

Son propuestas sencillas, pero que inician el camino de establecer un profundo vínculo con la Tierra integrado en el tipo de persona que queremos educar. ¿Hablamos?